La Intendencia Municipal de Montevideo (IMM) reubicará el Museo Oceanográfico que se encuentra en la rambla de Buceo, debido a la escasa concurrencia que ha recibido en los últimos años, así como por su “difícil acceso”.

Según Últimas Noticias, si bien la IMM aún no conoce dónde será trasladado el Museo Dámaso Antonio Larrañaga, todo parece indicar que abra sus puertas en el zoológico de Villa Dolores.

El lugar emblemático, ubicado en “la curva de la muerte”, tendrá un nuevo emprendimiento en donde hoy todavía está ubicado. Sin embargo, por el punto estratégico en el que se encuentra, la IMM afirma que sólo será realojado cuando reciba una propuesta interesante y “muy superior” a la oferta cultural del museo.

El municipio todavía no ha hecho ningún llamado concreto, pero ya le han llegado varias propuestas para transformar el lugar. Una de ellas tiene que ver con empresarios gastronómicos, que tienen pensado convertir el sitio en un restaurante.

El director de Cultura de la IMM, Héctor Guido, explicó que el “museo va ir ahí hasta que se tenga una idea muy clara de adónde se trasladará y qué destino tendría el edificio de Buceo”, pero eso debe decidirlo toda la comuna. Sin embargo, el jerarca afirma que los cambios no demorarán mucho en llegar, debido a que cree que “se están viniendo los tiempos de definición y acción”.

Ya desde el mes pasado que el museo permanece cerrado, debido a se realiza un minucioso inventario para la futura mudanza. También se llevaron a cabo varias obras de mantenimiento, por lo que las tareas continúan este mes.

Según Guido, siempre hay ofertas para el lugar porque “es muy apetecible para los inversores”, pero todavía no se ha hecho un llamado oficial para propuestas, por lo que todavía se deberá profundizar en ese aspecto durante los próximos meses.

El Museo Oceanográfico es uno de los menos visitados de Montevideo, con la excepción de varios grupos escolares y algunos estudiantes de Medicina o Veterinaria. El director de Cultura de la IMM explica que la poca concurrencia puede deberse al “difícil acceso”, además de la poca difusión que ha tenido el museo durante los últimos años.

A pesar de eso, Guido confía en que las cosas pueden mejorar, porque más allá de la cantidad de personas que lo visitan el Museo Oceanográfico “brinda un paseo didáctico de calidad”, entre la gran cantidad de especímenes que se exponen puertas adentro.

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