Las piezas son de la autoría de la artista local Karen Salinas; el museo sobresale en Feria de Florida.

Una importante participación en la Feria de Buceo 2011 de Orlando, Florida, tuvo el Museo Subacuático de Cancún; se llevó a cabo el hundimiento de 10 esculturas más de la artista local Karen Salinas, entre las que destacan tres marcos en el área de Manchones que captan el arrecife submarino, sumando con esto un total de 450 esculturas, informó Roberto Díaz Abraham, ex presidente de los Asociados Náuticos de Cancún.

Indicó que el éxito obtenido en dicha feria se debió en parte al apoyo facilitado, por primera ocasión, de la Secretaría de Turismo estatal, con la aportación de recursos.

Comentó que es satisfactorio comenzar a figurar a nivel internacional con este concepto turístico-acuático, ya que en la feria el stand del museo fue muy visitado y causaba admiración entre la gente por la cantidad de esculturas con las que cuenta.

Informó que para febrero del próximo año tendrá 500 o más esculturas; a la fecha se han concluido 70 piezas más para colocar en el fondo marino, "la meta es hundir más de mil 500 esculturas", indicó.

Las esculturas son de la autoría de cinco artistas nacionales e internacionales entre los que destacan: Karen Salinas y Jason de Caires Taylor, quien se ha ganado el reconocimiento internacional por su trabajo único, además de que la mayoría de las piezas del museo son de su inspiración.

El hundimiento más reciente incluyó seis esculturas entre bombas con mecha, minas y pedazos de dinamita, "su concepto es sobre el cambio climático brindando estos elementos de muerte para dar vida, ya que entre las esculturas hay suficiente espacio para que habiten los peces y las langostas", apuntó Díaz Abraham.

Asimismo, agregó que el artista, Rodrigo Quiñónez, participa con el biomapa hecho de arrecifes, el cual representa "poner el mundo a disposición de los peces"; por último el ex presidente de los Asociados Náuticos destacó su participación con una escultura de una figura humana.

Puntualizó que las esculturas expuestas no son más que la ampliación de la evolución silenciosa, ya que ofrece una perspectiva contemporánea de cómo la cultura maya ha evolucionado a través de los años.

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