Interesante artículo Toni. Por supuesto, es obvio que es una reflexión y no se puede generalizar en ninguno de los dos sexos.
Especialmente útil me parece el primer punto y puedo decir que coincido con tus conclusiones por experiencia propia: he visto mujeres aprendiendo a bucear, expresando claramente sus miedos o preocupaciones sin tapujos a su profesor (que para eso está ahí, dicho sea de paso). Yo misma tuve problemas en mis primeras inmersiones, sentía que no estaba preparada, que no dominaba los "mínimos" y tuve hasta "ataque de pánico" incluido. Así lo expresé entonces y hoy mismo, sin vergüenza alguna, ya que aprendí mucho de aquella situación y cómo manejar mis nervios.
También he visto a unos cuantos hombres aprendiendo y, quizá casualidad, casi nunca adujeron "miedo" como razón para no bucear. Aludían más bien a causas externas o físicas: el regulador da poco aire, el chaleco va mal, el traje me aprienta, voy mal lastrado, me tocó al final del grupo, me molestan los oídos, me sentó algo mal en el estómago, ... Causas casi todas muy respetables pero solo útiles cuando son ciertas.
Un saludo buzos y buzas :-)
Gracias Toni