En busca del barco perdido
Amics del Museu de Menorca impulsa una actividad dirigida a localizar restos de un puerto o una embarcación del siglo III antes de Cristo hundidos en aguas de Cala Binissafúller
O.R.P. Maó
Binissafúller podría albergar en sus profundidades restos de un embarcadero del siglo III antes de Cristo. Descubrirlo será la misión de los Amics del Museu de Menorca y de aquellos quienes se sientan interesados en participar de una experiencia única.
Los restos encontrados en otras excavaciones submarinas en la misma zona han determinado las sospechas de que el yacimiento histórico podría ser aún mayor de lo esperado. Octavi Pons, coordinador científico del proyecto, explica que la Cala de Binissafúller ha sido históricamente un acceso al mar, por lo que no es de extrañar que la riqueza histórica que albergan esas aguas sea suficientemente importante como para ser preservada del expolio arqueológico.
Los trabajos de investigación se iniciarán el próximo día 2 de diciembre, y se alargarán por espacio de una semana. En estos siete días se procederá al sondeo de la zona próxima a los restos de una embarcación del siglo IV a.C. ya localizada durante posteriores análisis. Para ello se contará con un equipo de expertos arqueólogos submarinos procedentes de Cataluña, Valencia y Murcia. Asimismo, se ha abierto la posibilidad de que los amantes de la arqueología (y del submarinismo) también puedan participar en esta aventura. Para ello se habilitarán dos grupos de trabajo de tres personas, capitaneados por un arqueólogo cada uno.
De la posible localización de los restos, poco se ha querido revelar. Normal, teniendo en cuenta que los piratas arqueológicos están al acecho de cualquier yacimiento digno de ser expoliado a cambio de una buena suma de dinero. Casos como el del “Odissey” avalan la discreción. Para frenar cualquier tentativa, el Consell asegura disponer de un servicio continuado de vigilancia en las zonas de gran valor histórico.
EL yacimiento
A mediados de los años 70, varios investigadores descubrieron un barco hundido en Binissafúller. Este hallazgo ha ganado en proyección internacional y poco a poco se han organizado nuevas investigaciones para descubrir posibles nuevos yacimientos. “Tras encontrar nuevos materiales en estas prospecciones derivadas de la carta arqueológica submarina, el año pasado comprobamos que los restos hallados en el año 1975 todavía existían, enterrados bajo un metro y medio de arena”, detalla Octavi Pons. A partir de este redescubrimiento, y gracias a los avances en el ámbito de la arquitectura naval, los investigadores pudieron fechar este yacimiento en el siglo IV a.C. “Ahora creemos que en esta zona se puede haber producido una mezcla de materiales. De modo que en la misma cala de Binissafúller podría haber, no tan sólo este barco, sino otros yacimientos, como un embarcadero o, quizás, otra embarcación de finales del siglo III a.C”.
Fuente: Diari de Menorca
En la edición impresa, salen unos números de teléfono para apuntarse, si se tiene un título de submarinismo y nociones de arqueología.
En principio tengo previsto apuntarme, o al menos llamar para conocer un poco más.
Amics del Museu de Menorca buscan nuevos restos bajo el mar de Binissafúller
La entidad organiza un curso de arqueología submarina para el mes de diciembre
JORDI RIBERA
Amics del Museu de Menorca realizarán del 2 al 8 de diciembre un curso de arqueología submarina en la cala de Binissafúller en Sant Lluís. La iniciativa servirá también para realizar una serie de sondeos e intentar descubrir nuevos restos arqueológicos en la zona. Según explicó Octavi Pons, coordinador de la excavación subacuática, en las investigaciones realizadas en la zona desde los años 70 han aparecido objetos que no cuadran cronológicamente. Hasta ahora se ha detectado un pecio fechado entre el siglo IV y III antes de Cristo. Pons apunta que «podría ser que hayan dos barcos hundidos o que la cala se utilizara como embarcadero y por eso se mezclen objetos de épocas distintas».
Los sondeos que se pretenden efectuar buscarán detectar en zonas amplias los lugares en donde haya más indicios de restos de naves hundidas.
Pons señaló que «hay indicios para esperar encontrar nuevos hallazgos». Hasta ahora se han encontrado ánforas ibéricas de boca plana y lanzas que han situado la embarcación hundida que se conoce en el periodo de las Guerras Púnicas. Pero también han aflorado objetos pertenecientes a la dominación islámica, al siglo XVIII y XIX. El coordinador comentó que «es una cala muy especial con una necrópolis al fondo y espacio para fondear naves por lo que se ha usado como puerto durante muchos siglos».
Para practicar los sondeos Octavi Pons cuenta con un grupo de grandes profesionales que incluyen a Carlos de Juan, Antoni Palomo y Xavi Aguelo que ya se sumergieron en la zona el año pasado, Juan Pineda que investigó los buques hundidos de Mazarrón y los profesores de la Universitat Autònoma de Barcelona Aureli Àlvarez y Raquel Piqué que se encargarán de analizar los materiales extraídos.
En cada inmersión habrá dos arqueólogos más un par de ayudantes para cada uno de ellos. Las incursiones bajo el mar se efectuarán siempre entre las nueve de la mañana y las cinco de la tarde por la necesidad de luz solar suficiente.
Durante la celebración del curso se aprovechará una tarde para presentar formalmente los resultados de la excavación subacuática realizada el año pasado en Binissafúller.
La investigación en esta cala de Sant Lluís responde a la empresa iniciada hace diez años cuando se quiso realizar una carta arqueológica submarina de Menorca.
Fuente: Ultima Hora Menorca
Saludos!!!
Narcosis78