El monóxido de carbono (CO) se combina rápidamente con la hemoglobina y forma carboxihemoglobina, la cual reduce la capacidad que aquella tiene para transportar el oxigeno por el torrente sanguíneo a las células y acaba produciendo hipoxia. (Oxigenación insuficiente).
Casi no hay síntomas previos... el buzo pierde la consciencia en cuestión de 10 - 15 segundos. Para detectar una mala carga del aire bastara con revisar el aire de la botella en el centro.
Si no sabemos reconocer el olor, rechazaremos ese tanque. En cualquier caso y para evitar malos mayores deberíamos tener la costumbre de respirar del regulador unas bocanadas profundas estando en el barco, segundos antes de entrar al agua. De esta manera, si algo ocurre, estaremos en un entorno seguro.
Para evitar la intoxicación de CO es imprescindible asegurarse que la entrada de aire en los compresores que se emplean para recargar las botellas de inmersión esten lejos de cualquier fuente de contaminación atmosférica.