Salir del agua
Los buceadores experimentados saben que no se puede dar por concluida una inmersión hasta no haber salido del agua. Por desgracia, son abundantes los accidentes que suceden en el momento de alcanzar superficie. La gran mayoría de ellos son debidos a despistes o falta de atención sobre lo que se está haciendo, impulsados por la adrenalina acumulada durante la inmersión.
Como para todo, existe un procedimiento adecuado de ascensión y salida del agua que debe ser seguido al pie de la letra para evitar accidentes innecesarios.
Aqui expongo toda una serie de consejos o instrucciones para conseguir que su inmersión finalice de la forma más feliz.
La superficie
La mayoría de los problemas que se le presentan a un buceador a la hora de salir del agua están relacionados con los peligros que puede encontrarse en la superficie: barcos, motores, tablas de surf... son obstáculos que pueden darnos un buen susto si no permanecemos atentos a lo que sucede. Por todo esto resulta fundamental que en la tarea de subir a la superficie procuremos tener todos nuestros sentidos alerta: debemos escuchar atentamente cualquier ruido que nos resulte extraño y no dejar de mirar a nuestro alrededor, realizando una vuelta completa de "reconocimiento" de 360º antes de aventurarnos a salir a la superficie.
Es de vital importancia que comprobemos que el camino está totalmente libre y que podemos ascender sin peligro, antes de hacerlo sin saber lo que nos vamos a encontrar.
Una vez en superficie nuestro nivel de atención no puede disminuir puesto que en el mar las condiciones pueden variar en unos pocos segundos... mejor estar precavidos en todo momento.
Salir debajo del barco
En principio, cuando el ascenso se realiza a lo largo de un cabo de fondeo o de un cabo situado bajo el barco, todo resulta mucho más sencillo, puesto que tendremos localizada la embarcación y en caso de tener algún problema estaremos auxiliados. A pesar de eso, existen una serie de condicionantes que debemos tener en cuenta, relacionados con el posible mal estado del mar:
- Si nos encontramos con climatología adversa: lo más recomendable es descender de nuevo unos 2 ó 3 metros para después dejarse deslizar suavemente hasta la escalera del barco.
- En caso de que exista corriente, habrá que seguir el casco del barco en superficie, tratando de aletear con fuerza para alcanzar la escalera.
Salir lejos del barco
Ocurre a menudo que cuando salimos del agua nos encontramos alejados del barco, ya sea por un error de cálculo o simplemente porque nos hemos dejado llevar por la deriva, sea cual sea el caso lo importante es que nos veremos obligados a aletear para alcanzar la embarcación. En caso de que las condiciones climatológicas sean adecuadas y no existan corrientes, el trayecto hasta el barco puede resultar incluso placentero. Lo más adecuado en estos casos es quitarnos el jacket y colocarlo abierto y plano sobre el agua, de tal manera que podamos utilizarlo como flotador, facilitando el desplazamiento.
Los problemas aparecerán cuando la mar se presente agitada o el tiempo no acompañe. En estos casos la mejor solución suele ser la de hundirnos ligeramente para no ofrecer resistencia al viento y poder avanzar con facilidad bajo el agua. Para ello siempre es conveniente deshinchar el jacket.
Pero la peor situación la encontraremos en caso de estar alejados del barco y comprobar la existencia de corrientes. Cuando sea así, lo primero será intentar mantener la calma y actuar con rapidez: localizaremos el barco y nos dirigiremos hacia él con un aleteo rápido y amplio, tratando de avanzar velozmente. Es importante visualizar un punto que se encuentre por delante del barco y aletear hacia él, puesto que aún así acabaremos con seguridad por detrás del barco.
En estas situaciones siempre resulta recomendable contar con un cabo que cuelgue por detrás del barco, al que poder asirse en caso de verse algo apurado.
Esperar al barco
Muchas veces el barco no echa el ancla mientras se desarrolla la inmersión. Siempre que sea así es la embarcación la que deberá desplazarse hasta donde se encuentren los buceadores y no al contrario. En estos casos el grupo deberá permanecer unido y quieto, esperando la llegada del barco. Esto nos ayudará a controlarnos los unos a los otros, al tiempo que facilitará la acción de visualización y alcance al patrón de la embarcación.
Es importante que al salir a superficie realicemos las señales oportunas que permitan que las personas del barco nos vean. En este sentido el signo de OK suele ser la más habitual; tras su realización conviene que nos aseguremos de que hemos sido visto, para lo cual esperaremos la respuesta a nuestro OK y, en caso de no obtener esa respuesta, procederemos a repetir la señal. En situaciones adversas o en caso de tener alguna urgencia, el uso de un silbato puede ser de gran ayuda para la localización.
Una vez que el patrón nos ha visualizado y se ha acercado a nosotros, buscará la posición más adecuada para que los buceadores puedan subir y colocará el barco en punto muerto. Tras esto, se echa la escalerilla al agua y se da la orden de ascender, algo que deberemos hacer sin pausas pero sin prisas... queremos decir que una vez que se echa la escalerilla al agua y los buzos comienzan a ascender, el patrón no podrá bajo ningún concepto poner en marcha la embarcación, por tanto cada uno de quienes deben ascender a cubierta deberá hacerlo de la manera más ágil posible, para que todo el grupo suba en un plazo de tiempo no muy prolongado.
A la hora de ascender por la escalerilla debemos tener en cuenta que los esfuerzos físicos pueden resultar una mezcla explosiva en conjunto con las microburbujas (las cuales, en caso de un esfuerzo excesivo, que paralice la respiración durante un momento, pueden llegar a provocar un accidente de descompresión). Además cualquier pequeño resbalón puede provocar una caída que, dependiendo donde se produzca y las condiciones del momento, puede llegar a resultar realmente peligrosa.
Otros consejos
A continuación reseño toda una serie de consejos que conviene seguir para que el ascenso a superficie se realice correctamente y sin problemas:
- Lo más importante: evite los esfuerzos importantes en el momento de subir a una embarcación, sobre todo después de haber realizado una inmersión profunda.
- En caso de que la climatología resulte adversa, optaremos por no quitarnos el regulador de la boca (es la mejor forma de evitar tragar agua).
- No conviene acelerar la velocidad de ascenso entre los tres metros y la superficie; tenga en cuenta que cada procedimiento de descompresión está calculado para una cierta velocidad de ascenso y esos últimos tres metros están incluidos en esos cálculos.
- Una vez en el barco, hay que despejar la cubierta cuanto antes, para facilitar el ascenso del resto de compañeros.
- En caso de que sea necesario desplazarse con la botella en la espalda, resulta recomendable hacerlo sin aletas.
- Para la subida a una neumática siempre resulta recomendable quitarse previamente la botella.
- En caso de inmersiones nocturnas, nos serviremos de señales luminosas para marcar la posición.