El mar Argentino y especialmente Puerto Madryn, es la meta de los buceadores ambiciosos que desean visitar parques submarinos y restos de naufragios. Como contraste, el cordillerano Lago Traful, de aguas gélidas y azuladas, y los esteros del Iberá, con aguas templadas y de color ámbar, completan la propuesta subacuática.
En la Reserva Natural del Iberá, en la provincia de Corrientes, el Río Corrientes es el preferido de los buceadores. En Iberá, el fondo es arenoso y sin piedras. Rayas, tortugas, sábalos, surubíes, palometas y dorados son visibles. Colonia Carlos Pellegrini y Mercedes, son las cabeceras.
En Córdoba, se practica buceo en el embalse Cerro Pelado, embalse del Río Tercero, Segunda Usina, Tercera Usina, La Cascada, embalse Piedras Moras, río Santa Rosa, arroyo Los Reartes y Río Tercero. El Club Náutico de Río Tercero cuenta con una escuela de buceo.
El bosque sumergido de la margen norte del Lago Traful, es un buceo obligado en la Patagonia. Se trata de cipreses intactos de hasta 30 metros de longitud. Las frías aguas del Traful garantizan excelente visibilidad entre los 10 y los 25 m. de profundidad, donde se encuentra el bosque. En verano la temperatura del agua ronda los 10° C y en invierno, se reduce aún más.
Laderas de altas montañas que junto a sus bosques se sumergen perdiéndose en el fondo del lago Nahuel Huapi y paredes de roca esculpidas por la glaciación que descienden vertiginosamente, se convierten en un escenario posible de admirar en las profundidades del Nahuel Huapi.
En la Península Valdés, de acuerdo con las condiciones ambientales, la visibilidad en el golfo Nuevo varía entre los 5 y los 15 metros. En Puerto Madryn - ciudad cabecera - y en Puerto Pirámides, se ofrecen bautismos submarinos para personas sin brevet. Buques pesqueros hundidos accidentalmente como el Folias o antiguas goletas como el Río de Oro, descansan en el fondo del golfo Nuevo.