Aaaay, aaaay, aaaay... (no, joder, no penséis que vuestro idolatrado Maestro se dedica ahora a cantar rancheras, son lamentos desde lo más profundo del alma..)
Ay, ay, ay (repito) que me parece que hemos dado con un neófito que todavía camina en la oscuridad, una chupi-alma de cántaro buceadora que sigue pensando que la aguja del manómetro no debe entrar nunca en la "zona roja de la reserva", un chupicompañero de inmersión que vuelve obedientemente al barco aunque le queden 150atm porque se lo manda el divemaster porrero de turno que tiene prisa por bajar a otros pardillos, alguien que respeta los límites de profundidad que marca su seguro... en fin, un alma inocente que aún no ha descubierto las verdades profundas del buceo.
Bueeeno, no pasa nada, pequeño saltamontes. El mero hecho de haber entrado en este post y leído las enseñanzas del Maestro ha sido el primer paso hacia tu salvación buceística (para los siguientes ya te diré el número de cuenta donde debes hacer los donativos oportunos).
No todo el mundo nace sabiendolo todo... bueno, en mi caso más o menos sí, porque toda la sabiduría submarina que impregna cada poro de mi neopreno (incluídas las zonas rotas por las dentelladas de aquella orca) es algo intrínsecamente innato a mi iluminada naturaleza. Tú no desesperes, todo es cuestión de empujar y seguir intentándolo, como les decía a Rocco y Nacho cuando les enseñaba todo lo que saben.
Sin embargo.....
Sin embargo, pequeño saltamontes, has cometido un error, que casi podría catalogar como insulto grave... no, no es por mencionar lo de las putas (no podría criticarte por ello, joder, soy de los que piensan que madre no hay más que una y a la mía tengo que respetarla a pesar de su oficio).
Tampoco me he sentido ofendido por lo de la drogaína (si estuviera en contra de las drogas que vuelven imbécil a la gente, estaría haciendo campaña contra el mundial de futbol, ¿no?).
Ni siquiera me ofende tu acusación (totalmente injustificada, por cierto) de haber envenenado a aquellos imbéciles que se empeñaban en comer una ración "no-fear" de pulpo (menos mal que les hice pagar por adelantado)
No, no es eso... lo que me ha llegado al alma y ha dañado mi delicado corazoncito ha sido tu mención en tono insinuantemente burlesco de la gran, magistral, divina, pizpireta, sicalíptica y deslumbrante Leticia Sabater.
¿¿Acaso pretendes insinuar que este gran ídolo de las masas infantiles, cumbre de la belleza y derroche de alegría y elegancia merece algo menos que nuestra admiración eterna??
¡Sujetadme, sujetadme, mis discípulos, que cometo una locura!
En fin (tranquilizándome un poco...) No voy a entrar a analizar semejante error de apreciación por tu parte, ya que sería demasiado extenso el hacerlo (aunque quizá lo haga en la próxima). En su lugar te hago la misma recomendación que te hizo mi muy querido pequeño escarabajo pelotero Jaribas (no te confundas de nuevo: no es un insulto, es el grado de discípulo Chupiguay más alto partiendo desde el "pequeño saltamontes"): Lee mi obra... léela... lee mis artículos, mi internacionalmente alabado Decálogo Chupiguay... léelo, lelo... y sentirás cómo tu ignorancia se transforma en iluminación, tu desconocimiento en sabiduría, se te abrirán los poros, los chakras, los forúnculos y la cartera (aunque esto último es un tema aparte) y verás la luz.
Veeeen, ven con nosotros... ven al lado oscuro, Luke... digooo... ven a la Luz de la Sabiduría Chupiguay.... veeeeen.... (y por cierto, trae a tus amigas...)
Hala, a seguir bien,
Chupiguay