Sorpresa esta mañana en Medes: mientras estábamos buceando en la zona prohibida (con un permiso especial para acompañar a un equipo de biólogos que hacían un trabajo de campo), con mi amigo Toni Bermejo, hemos tenido la suerte de encontrar 3 anclas iguales... y juntas, lo que denota la existencia de un naufragio, demostrando aquello de que, por mucho que conozcas una zona, el mar siempre te reserva sorpresas.
Una cuarta ancla se encontraba en las inmediaciones, pero pertenece a otra época y, probablemente, fue perdida.
Por el tamaño de las anclas (170 cm largo, aprox) y la forma, posiblemente pertenecen a una nave de finales del S.XV o S.XVI, cuyos restos deben haber quedado parcialmente desenterrados con los pasados temporales.
Cerca del lugar, en el año 1981, junto con el arqueólogo X. Nieto, hoy en día director del Centre d'Arqueologia Subaquàtica de la Generalitat, recuperamos la primera ancla de hierro romana de la que se tiene notícia, de nuestras aguas.
Otro hallazgo a declarar, uno más que demuestra la riqueza del patrimonio cultural sumergido de nuestro país; patrimonio al que nadie (ningún político, quiero decir, ya que la gente del CASC hace milagros con la exigua dotación de que disponen), le hace el más puñetero caso hasta que es concienzudamente expoliado por empresas y buceadores extranjeros. Y así nos va. Que conserven ellos.
Saludos cordiales,
Ramon Verdaguer
http://www.subzero.cat