CANCUN, México.- La isla de Cozumel, Quintana Roo, cuenta ya con dos atractivos más para los amantes del buceo.
Se trata de las embarcaciones Laguna de Mandinga y Laguna de Pátzcuaro que fueron hundidas y descansan ya en el lecho marino de Cozumel. El objetivo es preservar la riqueza arrecifal de los mares de la isla.
Este gran escenario submarino natural lo ha convertido en uno de los destinos de buceo más importantes de América y del mundo. La gran cantidad de buzos que efectúan inmersiones diariamente a las zonas de arrecifes ha obligado a las autoridades a ofrecer diversas alternativas a los buzos de México y del mundo.
El presidente municipal de Cozumel, Gustavo Orteja Joaquín, mencionó: El hundimiento de barcos nace después del huracán Wilma se planteó que pusiéramos arrecifes artificiales con el objeto de bajarle presión a la zona arrecifal y un atractivo nuevo. Por eso se decidió el hundimiento de las dos embarcaciones.
Habían llegado a su límite de servicio, era incosteable su reparación, dieron su tiempo de operatividad y una ventaja que nos dan los buques hundidos es que se genera vida, señaló Elías de Jesús Caballero Rosas, comandante del Subsector Naval de Cozumel.
Las dos embarcaciones fueron donadas por la Secretaría de Marina: la Laguna de Mandiga, que mide 27 metros de largo y pesa 20 toneladas y, la Laguna de Pátzcuaro, de 19 metros y 7.6 toneladas de peso. Las dos entraron servicio en 1965 en San Juan de Ulua, en el estado de Veracruz. Dieron servicio a México en acciones de patrullaje y vigilancia de los mares mexicanos desde Chetumal, Banco Chinchorro e isla Mujeres.
La ceremonia de hundimiento de las embarcaciones se realizó en la bahía de Cozumel a 11 metros de profundidad y a 300 metros de la costa norte conocida como playa Las Casitas. Estuvieron presentes autoridades federales, estatales y municipales, así como prestadores de servicios turísticos de esta isla del Caribe Mexicano.