Unas sesenta voluntarios, entre buzos y personal de tierra, participaron ayer en la campaña de limpieza de fondos de la bahía de Sant Antoni, organizada por el Ayuntamiento, que transcurrió desde las nueve de la mañana hasta las dos de la tarde.
En ese tiempo se extrajeron baterías, pesos de amarre que se utilizaban irregularmente y restos de pequeñas embarcaciones que se encontraban sumergidas en el fondo a consecuencia de los temporales, entre otros residuos. Hoy se celebrará una nueva jornada en la que participarán también 45 miembros de la asociación Voluntarios sin Fronteras, procedentes de Mallorca.
Además de extraer basuras, hierros y porquería del fondo del mar, otra tarea que realizaron en la campaña de ayer los voluntarios fue introducir en el mar un velero pequeño que había sido arrastrado hasta la playa por el temporal. El concejal de Medio Ambiente, Juan Linde, señaló que esta embarcación tiene matrícula y que se requerirá al dueño que se lo lleve.
Ahora quedan dos barcos arrastrados a la orilla por los temporales. Linde señaló que uno de ellos es de madera y sus propietarios se han comprometido a retirarlo y trasladarlo a Santa Eulària para rehabilitarlo, mientras que el otro no se sabe de quién es y «tendremos que retirarlo, ya veremos cómo lo hacemos», comentó el portavoz municipal.
Linde añadió que agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) y de la Demarcación de Costas de Balears abordaron a los 24 barcos fondeados irregularmente que no atendieron al edicto publicado por el Ayuntamiento en el que se pedía la retirada temporal de las embarcaciones para la realización de la campaña.
Los agentes dejaron ayer un escrito en los barcos en el que se hace un requerimiento a sus propietarios para que los retiren en 24 horas. Si incumplen la orden, se les avisa de que serán objeto de un expediente de desalojo que conllevará el pago de una multa. Tres de las embarcaciones afectadas por ese trámite se utilizan como vivienda