A pesar de que en España se conoce a los chalecos hidrostáticos con el nombre de "jackets", éste no es el nombre con el que se les conoce en el mundo anglosajón, sino que se les denomina BCD, acrónimo de Bouyancy Control Device (Dispositivo de Control de la Flotabilidad).
El jacket es básicamente una bolsa flexible que se puede hinchar y deshinchar para controlar la flotabilidad. Para hincharlo es posible utilizar el aire de la botella, el de los pulmones o una fuente de aire externa. Lo normal es hacerlo mediante el aire de la botella, para lo cual los jackets se conectar mediante un manguito al regulador (salida de baja presión entre 7 y 10 atm).
Existen varios tipos de chalecos: frontales, dorsales o de tipo chaleco. Éstos últimos son los más utilizados por los buceadores recreativos. Normalmente el aire hincha las partes laterales del chaleco, pero también existen los llamados chalecos de alas que son de tipo chaleco, pero concentran el aire en la zona posterior de la espalda.
Las partes fundamentales del jacket son la tráquea o latiguillo de hinchado, situada en el lado izquierdo del chaleco y que sirve para introducir el aire procedente de la botella al jacket.
Esto se realiza mediante la pulsación de un botón que se encuentra en la parte superior del extremo de la traquea. Mediante un segundo botón que se encuentra en el extremo de la tráquea se realiza el vaciado del chaleco a través de una válvula de escape que está situada entre ambos botones.
En ocasiones es necesario un vaciado más rápido del chaleco que el que se logra a través de la pulsación del botón y éste se consigue mediante las válvulas de purga. Son dos válvulas, una situada en la parte delantera superior y otra en la parte posteior inferior del chaleco. Mediantes unos tiradores se procede a la apertura de las válvulas y a un vaciado más rápido del aire que contiene el jacket.
En ocasiones, cuando nos encontramos en una posición inclinada cabeza abajo, el botón y la válvula delantera no son capaces de expulsar el aire y es necesario recurrir a la válvula trasera para lograr sacar aire del jacket. Las vávulas de purga suelen actuar también como válvulas de sobrepresión, por donde el aire escapa en el caso de que se produzca un hinchado excesivo para evitar la rotura del jacket. Otra forma de vaciar el jacket es tirar directamente de la traquea de manera que el aire escapa por la válvula que conecta ésta con el chaleco.
El hinchado manual del jacket es en ocasiones necesario, ya que es posible que se estropee el hinchado automático. Para realizar esta operación, basta con tomar aire del regulador, apoyar los labios contra la válvula de salida de aire de la traquea y pulsar el botón de vaciado al tiempo que se sopla a través de la válvula. Cada introducción de aire que realizamos debe terminar soltando el botón de vaciado para evitar que el aire introducido se escape.
Los chalecos se fijan al cuerpo mediante unos tirantes ajustables y un velcro horizontal que presentan en la zona abdominal. Además paralelo a este velcro y a entre los tirantes existen unas tiras de seguridad que se clipan para evitar la posible perdida accidental del chaleco. No conviene apretarlas en exceso porque al hinchar de aire el chaleco puede que nos opriman demasiado, dificultándonos la respiración.
El chaleco es el elemento perfecto para fijar la botellas y por ello todos los chalecos llevan en la parte posterior un refuerzo de plastico sobre el que se apoyan las botellas y una cinta con un cierre para fijarla. Por la parte interior de la espalda los chalecos presentan un acolchado para evitar que el plástico de fijación de las botellas se clave en la espalda del submarinista.
Además de estos elementos, los chalecos pueden presentar todo tipo de accesorios como bolsillos, anillas para sujetar distintos elementos como focos, linternas, protectores de boquillas, etc.
Es importante a la hora de elegir un chaleco fijarse en la dureza del nylon en que está fabricado, así como la capacidad de aire máximo que podemos introducir. Es muy desagradable comprobar al realizar una inmersión profunda, que un chaleco no tiene capacidad suficiente para ayudarnos en el ascenso teniendo que recurrir a las aletas o a trepar por una pared (si tenemos la suerte de que haya una).