Pecios del Adriático - El Lina
Dejé para el final mi pecio preferido. Fue mi primer pecio, y mi mejor inmersión hasta ahora.
El Lina (algunos lo mencionan erróneamente como "Lena") se llamó originariamente "Ville de Namour" y fue botado como barco general de carga belga en el año 1879. Con 66,55m de eslora y 8,97m de manga desplazaba 1049t. Como muchos vapores de la época (como el caso del Barón Gautsch mencionado ya aqui) fue construido en astilleros escoceses, A.Leslie & Co. de Newcastle.
Posteriormente fue comprado por la armadora italiana V. Granata de la ciudad de Bari y rebautizado como "Lina". El 15 de enero de 1914 se hundió despues de encallar en malas condiciones climáticas, frente a la isla de Cres.
En el periódico local aparecen dos cortas noticias el 17 y el 24 de enero que dan cuenta de que habiendo partido de Fiume (Rijeka) al mediodía del 14 de enero con rumbo a Sicilia con 720t de madera, encontró una densa niebla. Avanzando muy lentamente por el estrecho de Faresina, luego de once horas de navegación apenas habia llegado a su desembocadura. Ahi decide el capitán emprender el regreso a Rijeka sin saber que estaba muy cerca de la costa, y encalla en un arrecife al pretender retornar.
Durante la noche y hasta el amanecer los vecinos del pueblo de Carignano ayudaron en el rescate de personas y equipaje del barco. Más tarde el 15 de enero el arrecife completó su tarea y el Lina se hundía sin pérdidas humanas con un gran rumbo en su quilla.
Con Kurt salimos con un bote desde Porozina y nos dirigimos a la pequeña bahia donde se encuentra hundido. No es habitual, pero estaba marcado con una boya. Saltamos al agua. El mar estaba tranquilo, muy transparente y el sol brillaba haciendo esos tipicos rayos en el azul de la profundidad.
Empezamos a bajar siguiendo la cuerda que de una manera irreal desaparecía en el azul aún cuando parecía muy pero muy larga. Después de un chequeo a unos 8m solté la soga y comencé a bajar en caida libre. Hermoso. De repente me pareció ver algo, no estaba seguro. Y si, de golpe surgio de la escuridad azul la silueta completa de "mi" Lina.
Empecé a inflar el jacket para frenar la caida y llegué asi a la cubierta a la altura del puente. 37 y algo de metros. De ahi salimos lentamente hacia la proa. El barco se encuentra en posición de navegación, apoyado en un fondo de arena. Su proa alcanza los 22m, y las hélices, su punto mas profundo, están a 53m. El casco se encuentra entero, el rumbo causa de su hundimiento no es visible por estar en el fondo. Las cubiertas, que eran de madera, han desaparecido, por lo cual es posible entrar y salir por donde se quiera, y se puede ver el casco hasta la quilla (o la arena).
La cantidad de peces era impresionante. Penetré el casco y llegué hasta uno de los ojos de buey. Mirando a través de el vi pasar a los peces y pense: mal signo para un barco...
Los mástiles están enteros, cubiertos parcialmente con redes perdidas. En la proa, de línea muy vertical, se destacan las dos anclas enormes, colgadas sobre la cubierta. Después de hacer algunas fotos en la proa, seguimos hacia la costa a usar nuestro aire en inspeccionar grietas y agujeros de las rocas.
Luego de esa inmersión he vuelto varias veces al Lina, y siempre ha sido muy especial. Siempre desde la costa, siguiendo el "valle" donde se encuentra. También lo completé, he llegado hasta la popa, a pesar que actualmente las hélices no son visibles y por lo menos por ahora están cubiertas de sedimentos. Además, una atracción extra es que en la costa hay una cueva bastante grande pero de poca profundidad, ideal para entretenerse durante la deco. Sabiendo donde está, se puede llegar a una cámara donde al mediodía cae un rayo de sol que la hace muy mística.
Estoy seguro que todavía no he hecho mi última buceada en el Lina. Dicen que siempre se vuelve al primer amor.
Jorge Yantorno
Noviembre, 2009
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