Buceadores del grupo Kresala identifican a 96 metros de profundidad los restos del 'Hochheimer', un carguero hundido por un submarino inglés en 1944 frente a Bakio

El sumergible lanzó sus torpedos y mandó a pique al mercante. Hubo 25 muertos. Los buzos han encontrado un reloj parado a la hora exacta del ataque El 'Hochheimer' había ayudado a evacuar a cientos de refugiados de la Guerra Civil

En agosto de 2007 mientras preparaban un mapa de profundidad del litoral vasco, técnicos de la fundación Azti-Tecnalia localizaron frente a Cabo Matxitxako los restos de un buque mercante. En esa misma zona se suponía que se había ido a pique el bou 'Nabarra', antiguo buque arrastrero artillado por el Gobierno de Euskadi durante la Guerra Civil, y hundido tras desigual combate por el crucero pesado 'Canarias' de la Marina sublevada.

Los buceadores del grupo Kresala, Unai Artaloitia y José Manuel Silva, realizaron el pasado año cinco inmersiones en la zona, a 96 metros de profundidad, equipados con mezclas 'trimix' para poder permanecer tiempo suficiente en el fondo sin percances. Rastrearon el área; luego, enviaron un robot submarino de la empresa bermeana Olatu y fueron recogiendo indicios que les permitieron descartar, en junio, que el pecio detectado por las sondas de Azti fuera el bou 'Nabarra'. Al tiempo, acumularon diversas evidencias para poder identificar con seguridad al mercante hundido.

Se trata del buque 'Hochheimer', un carguero de 79,4 metros de eslora, al servicio de la Marina de Guerra alemana, la Kriegsmarine. El 'Hochleimer' fue hundido frente a las costas vascas por el submarino inglés 'HMS Sceptre' (P 215), al mando del capitán de corbeta Mc Intosh, un cazador que se cobró un buen puñado de piezas en el Cantábrico. Días después, el 'Sceptre' echó también a pique con sus torpedos al 'Baldur', que había llenado sus bodegas con mineral en el cargadero cántabro de Saltacaballo.

El 'Hochheimer', que había navegado escoltado por las patrulleras alemanas 'V 402' y 'V 405', llenó sus bodegas con terrones de 'rubio' y hematíes, las rocas del hierro, que iba a descargar en Baiona con destino a los altos hornos de Boucau donde se fabricaban planchas de acero para la industria de guerra alemana.

El sumergible británico lanzó una andanada de torpedos y el carguero se hundió a las 0.45 horas del 21 de mayo de 1944, pocos minutos después del ataque. Así aparece registrado en el diario de a bordo del submarino, custodiado en los archivos del Almirantazgo. El pecio reposa hoy a 96 metros, en buen estado y con su ametralladora de proa bien visible en el castillete.

25 muertos en el ataque

De los 32 hombres que iban a bordo, sólo sobrevivieron siete. Esa mañana, el mercante 'Juan Artaza' rescató y trasladó a Santander al segundo oficial de puente del carguero alemán. El pesquero 'Dos Hermanas', con base en Armintza, salvó a otros dos tripulantes mientras que otros cuatro lograron llegar por sus medios a Bakio.

Los buzos de Kresala que han encontrado en el fondo un reloj del buque (parado a la misma en que impactaron los torpedos) y una jofaina de cerámica que luce en su base la esvástica nazi y los símbolos de la Marina alemana.

Tras confirmar que se trata del 'Hochheimer', los submarinistas han logrado reconstruir la historia de un buque muy ligado a la Guerra Civil española.

Construido en 1918 en los astilleros ingleses Wood Skinner, en Bill Quay, fue botado con el nombre de 'Lord Rhondda'. En 1928 fue rebautizado como 'Ottinge', en Cardiff. Luego se llamó 'Tinge' y, más tarde, 'Ronwyn'. Con este nombre, y junto al famoso 'Stanbrook', participó en la evacuación de millares de refugiados españoles que huían de la guerra.

El 12 de marzo de 1939 zarpó de Alicante con 716 pasajeros, que desembarcaron en el puerto argelino de Tenés. Más adelante fue abandonado a su suerte en el puerto francés de Rochefort, relata el buzo Javier Atutxa. Tras la ocupación alemana de Francia, el 'Stanbrook' fue reparado por los alemanes, rebautizado como 'Hochheimer' (como el nombre de un vino blanco alemán) y destinado al cabotaje.

Sumergible clase S

En esas tareas andaba cuando fue hundido frente a Bakio por el P 215, un sumergible botado en 1940. Con 217 pies de eslora (64 metros), tenía un andar de 13 nudos en superficie y de ocho en inmersión. Armaba a proa un cañón antiaéreo de 3 pulgadas, un oerlikon (un cañón antiaéreo de 20 milímetros, reconocible porque el tirador se encajaba dos culatas en los hombros) y siete tubos lanzatorpedos (seis a proa y uno a popa) de 21 pulgadas. Con uno de ellos acabó con la ajetreada vida del 'Hochleimer' y con 25 de sus tripulantes, localizado ahora en las costas vascas y que ha permitido reconstruir un oscuro pasaje de la Segunda Guerra Mundial vivido frente a nuestras playas.