Las aguas de la isla de Hierro se calientan, volviéndose paulatinamente tropicales.

Buceadores peninsulares, sobre todo de Madrid y Cataluña, que se han convertido en asiduos de la reserva marina del Mar de las Calmas, o de La Restinga, se han asombrado por la parsimonia de los peces. Funcionarios del Ministerio de Medio Ambiente han comentado esta novedad con expertos isleños de Salud Pública. "Mira, que he visto a los peces como atontados, los puedes tocar y no huyen..." Mientras se estudian las temperaturas "porque es lo único que podría influir" en esta especie de aplatanamiento, un submarinista con muchas inmersiones, el periodista Pedro Guerra, confirma estos episodios. "Es verdad que ocurre, en las aguas herreñas… Pero quizás haya que tener en cuenta que en El Hierro se ha montado una importantísima actividad de buceo, casi todos los pescadores se han reconvertido, y hay unos 7.000 turistas al año". ¿Se acostumbran los peces a los humanos, hasta llegar a buscar la caricia? Sería noticia también, digna de Nature o Science, o de National Geographic. Hay hasta un mero famoso, el mero Pancho, el más filmado y retratado, que siempre está alrededor de su casa. "Pancho es legendario", comenta Pedro Guerra. "En el Mediterráneo los peces huyen volando en cuanto te acercas, pero es que allí se les caza con fusiles.... Aquí se les observa, se les fotografía, pero no se les molesta".

En este caso es verdad que cuando el río suena, agua lleva. Santiago Hernández León, catedrático de Biología en la Facultad de Ciencias del Mar, y ex decano, no tiene dudas: "Los parámetros que hemos encontrado en las aguas del Archipiélago se corresponden con el cambio general. Hemos detectado, desde luego, ese aumento de temperatura, sobre todo hacia el sur." Y sí, hay efectos concretos sobre la vida en el mar y el comportamiento de sus seres vivos. "Claro, eso influye, desde luego, en determinadas especies de plancton y peces". Hasta mediados de los años 90 en las Islas se pescaba una sardina de gran calidad, la pincharda. Ha desaparecido. Ahora ha venido la alacha, concretamente Sardinella aurita, de menor calidad. "Son cambios de gran interés social, pues, ya digo, desaparece una sardina buena y viene otra, no tanto, y, por ejemplo, en El Hierro aparece un gallo enorme, que no estaba antes, y no es que los pescadores herreños digan ¡Viva el cambio climático!, pero esto les ha venido bien". El profesor Hernández León cree que es vital seguir profundizando en la investigación, "para saber muchas cosas más", como a qué velocidad el océano absorbe el dióxido de carbono... "La creación del Instituto Universitario de Oceanografía y Cambio Global en la Universidad de Las Palmas es un paso decisivo".

Lo que ya se sabe, con los números sobre la mesa, o en los portátiles, es que la temperatura de la superficie del mar ha subido un grado en veinte años en las islas, mucho; y se sabe que el nivel del mar, medido por boyas de Puertos, ha subido unos diez centímetros en trece años, muchísimo, y que los ecosistemas marinos canarios han experimentado una reducción del 15 %. "Nuestras aguas se están tropicalizando", asegura el investigador…

Esto no ha hecho sino empezar. El calentamiento ha llegado, para quedarse un largo ciclo, comparado con la vida del hombre; y a golpe de calor, o de fenómeno climatológico sorprendente y extraño, entraremos poco a poco en un tiempo distinto. Digamos adiós a unas sardinas y demos la bienvenida a otras. Digamos adiós, o hasta más ver, al pulmón oceánico de nuestro entorno, y aceptemos lo irremediable de nuevos caldos de Trichodesmiun en nuestro litoral.