El plazo fijado por un juez de Florida para que la empresa Odyssey formule por escrito sus objeciones a la recomendación de un magistrado para que se entregue a España un tesoro valorado en más de 500 millones de dólares concluye hoy

La documentación, según la empresa estadounidense, contiene los puntos contrarios al informe y la recomendación del juez Mark Pizzo de que el tesoro de más de 500.000 monedas rescatado por Odyssey en el Atlántico sea puesto en manos del Estado español.

Pizzo dio la razón el pasado 3 de junio a España en su reclamación del tesoro rescatado por Odyssey al señalar que carece de jurisdicción sobre el caso porque se trata de un buque de guerra español y, por lo tanto, goza de inmunidad soberana.

El magistrado recomendó entonces que el tesoro de monedas de plata y oro, en disputa desde hace más de dos años, fuese entregado a España.

La propuesta de Pizzo y las objeciones que a ésta formule la empresa Odyssey, con sede en Tampa, serán ahora examinadas por el magistrado Steven Merryday, del mismo Tribunal.

Desde el momento en que la empresa de exploración submarina presente sus objeciones por escrito, el Gobierno español dispondrá hasta el 31 de agosto para responder a los alegatos de Odyssey.

Aunque la recomendación inicial del juez Pizzo es desfavorable a los intereses de Odyssey, su director general, Greg Stemm, ha expresado su confianza en el "sistema legal" estadounidense durante esta fase o en los procedimientos posteriores de una apelación, "si ésta fuese necesaria".

Odyssey sostiene que la documentación presentada muestra que la mayoría de las monedas del cargamento recuperado en el Atlántico "pertenecían a individuos privados que pagaron unos honorarios por su transporte" y que el barco se hallaba comprometido en una misión comercial.

Por consiguiente, la devolución de las 500.000 monedas de plata y oro al Gobierno español, "al que nunca pertenecieron", según Odyssey, "desafía la lógica y la razón".

La recomendación del juez Pizzo deja entrever que el pecio hallado por Odyssey es el Nuestra Señora de las Mercedes, perteneciente a la Armada Española, lo que pone el cargamento bajo la protección del principio de inmunidad soberana.

Para España, las pruebas son definitivas y confirman que la identidad del buque de guerra es "La Mercedes", hundido en 1804 tras combatir contra una fragata británica.

La fragata zarpó de las costas del entonces Virreinato del Perú y fue hundido el 5 de octubre de ese año frente a las costas del Algarve (suroeste de Portugal) por barcos ingleses, en un hecho que significó, según los historiadores, el preludio de la batalla de Trafalgar.

El Gobierno español sostiene además que los restos de la fragata "La Mercedes" pertenecen a un cementerio de guerra y que, por consiguiente, están protegidos por la inmunidad soberana del Reino de España.