La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos acaba de prohibir la pesca comercial del krill en las costas de California, Oregón y Washington (EEUU). La ley entrará en vigor tan pronto como el próximo 12 de agosto. Los científicos marinos han aplaudido la noticia, dada la vital importancia de estos pequeños crustáceos para mantener la cadena alimentaria en el mar.

"El krill es la base para la salud de los ecosistemas marinos", dice Mark Helvey, administrador asistente regional para las pesquerías sostenibles del Servicio de Pesca de la NOAA. "Proteger este recurso alimentario vital ayudará a proteger y mantener recursos", añade.

Los tres estados afectados ya tenían una regulación que prohibía la captura de krill más allá de tres millas náuticas de sus costas, pero no entre las tres y las 200 millas que delimitan la Zona Económica Exclusiva (ZEE), es decir, en las aguas donde dichos estados tienen derecho a la explotación comercial. Ésta es la primera restricción federal que prohíbe esta práctica en toda la ZEE.

El objetivo es preservar las relaciones nutricionales clave en los ecosistemas californianos, que incluyen cinco santuarios marinos nacionales. "Es un gran éxito", declara William Douros, director regional de la costa oeste para la Oficina de Santuarios Marinos Nacionales de la NOAA.

La ley abarca todas las especies de krill, que han pasado a ser clasificadas en una nueva categoría, la de "especies prohibidas para la pesca".

Estos pequeños crustáceos, cuyo tamaño varía según la especie, son importantes debido a que se encuentran en la base de la cadena alimentaria. Se nutren de fitoplancton (algas microscópicas), muy importante para sanear el mar, y constituyen el alimento principal para un gran número de peces, aves y mamíferos marinos.

Algunas de las especies que dependen del krill están amenazadas, mientras que otras son de gran interés comercial en la costa oeste estadounidense.