Estos 800 ejemplares fueron enterrados simulando las características de diez nidos de tortuga boba y protegidos con cercados para evitar su depredación

Técnicos de la Universidad de La ULPGC y el Instituto Canario de Ciencias Marinas trasladaron hoy desde Boavista (Cabo Verde) a Fuerteventura mil huevos de tortuga boba, especie en peligro de extinción, de los que 800 fueron enterrados en el sur de la isla para su nidificación.

Los otros 200 se enviarán al Instituto Canario de Ciencias Marinas, en la isla de Gran Canaria, para su incubación controlada, informó el Cabildo de Fuerteventura en un comunicado.

El viceconsejero de Medio Ambiente y el director general del Medio Natural del Gobierno de Canarias, Cándido Padrón y Francisco Martín, y la consejera de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura, Natalia Évora, acudieron a la Playa de Cofete, en el municipio de Pájara, para enterrar los 800 huevos de tortuga boba (Caretta caretta) recién embrionados para su incubación natural y posterior liberación.

Los huevos permanecerán bajo vigilancia hasta su eclosión, prevista para finales de septiembre.

El Gobierno de Cabo Verde, el Ejecutivo de Canarias, el Cabildo de Fuerteventura y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria trabajan desde hace 14 años para la recuperación de este recurso natural, perdido en las Islas hace casi 3 siglos.

La reintroducción en Canarias de esta especie, incluida en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas en la categoría de interés especial y en el Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias en la de en peligro de extinción, es un paso fundamental para su conservación a nivel mundial.

No obstante, el proyecto ejecutado por estas instituciones, comenzará a dar resultados cuando las crías nacidas en las Islas regresen para poner sus huevos, agrega la nota.