Dos delfines y una ballena vararon ayer en tres playas de la costa asturiana. En Foxos, en El Franco, el Cepesma se hizo cargo de los restos de un delfín común. En el pedrero del Regodonal, en el límite de Llanes y de Ribadedeva, se localizó el cuerpo de un delfín listado. Y en Viodo, en Gozón, la Policía Local del concejo alertó sobre la presencia de una ballena rorcual de entre diez y doce metros de longitud.

El grupo del Cepesma de Gijón intentó acceder a la playa gozoniega, pero fue imposible, según aseguraron fuentes de centro de investigación. La Guardia Civil del Mar intervino también en la operación de rescate, que continuará en la jornada de hoy. La presencia de restos de mamíferos marinos en el litoral asturiano es frecuente.

Sin embargo, las ballenas no son tan habituales. Luis Laria, director del Cepesma, aseguró que la última vez en que el centro se hizo cargo restos de este tipo fue en 2007: se trataba de un animal de catorce metros de longitud que se halló en una de las playas de Cadavedo, en Valdés. En 2005 el centro realizó una necropsia a una ballena de veinticinco toneladas y dieciséis metros de longitud. Este mamífero se descubrió en Tapia de Casariego.

Los biólogos presumen, dado el proceso de putrefacción de la ballena de Viodo, que el animal murió hace algunos días. No descartan que la causa de la muerte se deba a la presencia de aparejos pesqueros.