Un tribunal australiano ha condenado a cuatro años y medio de prisión a un estadounidense que admitió haber causado la muerte a su esposa mientras hacían submarinismo durante su luna de miel en la Gran Barrera de Coral.
Sin embargo, David Gabriel Watson ha evitado el cargo de asesinato tras declararse culpable del homicidio, y podrá pedir la liberad condicional dentro de un año, según informaron fuentes judiciales.
El suceso ocurrió en 2003, once días después de la boda de ambos y en apenas la segunda inmersión de Christina Mae Watson, mientras su esposo era un experimentado submarinista.
Según la Policía australiana, David cerró la llave de la botella de aire de Christina y la volvió a abrir una vez muerta, para evitar que le inculparan. El condenado lo negó durante el juicio y el juez aceptó entonces su versión de que falló en socorrer a su mujer.
Pero la policía nunca creyó la versión del buceador y continuó investigando el “desafortunado accidente”, como lo describía el propio Watson. Nuevas pruebas apuntaban a que no había sido un accidente y, al final, fue detenido el pasado 13 de mayo a su llegada a Australia para ser juzgado por el cargo de asesinato.
Después de que los forenses aseguraran que su primera declaración no correspondía a las pruebas obtenidas con la autopsia de la mujer y, el fiscal, con el policía que dirigió la investigación como principal testigo, mostrara al juez las pruebas de que Watson cerró deliberadamente el grifo de la botella de su esposa, fue declarado culpable.