En los últimos 29 años un 50% del sistema de arrecifes de Mesoamérica ha sido destruido.
La zona afectada abarca el Caribe mexicano, Guatemala, Belice y Honduras, cuyas aguas han perdido un 50% del sistema arrrecifal desde el año 1980. Dato que contrasta con el 19% que se ha perdido a nivel mundial.

Iliana Ortega, representante de México ante la Iniciativa Internacional de Arrecifes, advierte de la importancia de estos bancos especialmente como protectores de la zona costera en casos de huracán. Un ejemplo claro fue el del huracán Wilma, de octubre de 2005, cuando la protección proporcionada por el arrecife a la costa disipó una energía equivalente a 25 bombas atómicas, según indicó la experta.

La Iniciativa se reunirá a finales de abril en su tercera asamblea, desde su creación en 1995 por 80 países del mundo.

Una de las causas principales de la destrucción de los corales es el cambio climático, ya que al cambiar la temperatura, surge la acidificación marina que a su vez provoca el blanqueamiento de los corales.

La actividad del hombre es causante del 19% de estas superficies desaparecidas, con el desarrollo portuario y turístico, la contaminación o la sobrepesca.

Ortega indicó que el blanqueamiento de los corales se descubrió en 1998 globalmente, pero que éste afecta de modo e intensidad muy diferentes según la zona. En Cancún, se han detectado recientemente este brote. Veracruz y Quintana Roo, por su parte, tienen las zonas de bancos con mayores riesgos.

Destacó entre las posibles soluciones el desarrollo de arrecifes artificiales, que brindan sustrato a los corales.