Está por iniciarse un segundo intento de enviar un pequeño submarino amarillo en una travesía por el Atlántico para recoger datos científicos.

''Es algo muy emocionante porque hay muchas cosas que no sabemos de los mares'', dice Jane Lubchenko, jefe de la Dirección Nacional de la Atmósfera y los Océanos (NOAA).

``La capacidad de recopilar información de temperatura, salinidad y otras cosas en el Atlántico nos permite conocer en detalle la situación, dijo Lubchenko en una entrevista telefónica.

El primer aparato se perdió el año pasado antes de completar el viaje. La segunda y mejor versión la ensambló el mismo equipo de la Universidad Rutgers en New Brunswick, New Jersey. Si las condiciones son propicias, se echará al agua el miércoles, el Día de la Tierra. Scott Glenn, profesor de Rutgers a cargo del proyecto, señala que la Tierra es un planeta oceánico.

Sin nombre y sin motor, el aparato sube y se sumerge en busca de corrientes que lo muevan. Cada vez que sube a la superficie transmite por radio la información recopilada. 'El mar juega un papel crítico en la dinámica del sistema climático y es clave para comprender mejor lo que sucede en la vida'', dice Lubchenko.

``Estamos comenzando a poder inferir mucho más sobre los tipos de plantas, animales y microbios a partir de la información que el aparato recoge'', añadió ella.

Glenn dice que el aparato puede generar un perfil diario de las condiciones acuáticas y maniobrar, dirigido por mensajes radiales de estudiantes investigadores. ''Si lo podemos hacer con uno, podemos hacerlo con 10'', apuntó, y después con más, y eso va a mejorar los pronósticos de las condiciones oceánicas.

''Eso es clave porque el mar es muy importante en relación con los cambios meteorológicos y no se analiza lo suficiente'', señaló Glenn, codirector del Sistema de Observación de las Costas del Atlántico Central.

Y los robots se pueden enviar al centro de huracanes y en condiciones árticas o antárticas. ''Si se pierden es lamentable, pero es sólo una máquina. Se puede fabricar otro. Se pueden correr riesgos'', dice Glenn. ``Son riesgos que benefician al mundo científico''.

El aparato se ha mejorado con nuevos programas informáticos, una nueva superficie que los científicos esperan que evite que se le adhieran organismos marinos y la capacidad de sumergirse hasta 660 pies. Y se ha reforzado para resistir mordidas de tiburones. El primero se perdió porque algo lo perforó, posiblemente la mordida de un animal.

Lo mismo que su predecesor, el nuevo aparato, que también es amarillo, lleva el nombre de Scarlet Knight, el nombre de la mascota de Rutgers.

Es parte del Sistema Integrado de Observación Oceánica, un proyecto para recoger y utilizar información marina de manera permanente que estudiará océanos, aguas costeras y los Grandes Lagos.

''Los océanos son vitales para toda la vida del planeta. Mil millones de personas dependen diariamente de alimentos del mar como su mayor o incluso única fuente de proteína, los mares afectan el clima y suministran la mayor parte del oxígeno que respiramos'', manifestó Lubchenko. 'Sólo acabamos de empezar a usar el potencial de los océanos del planeta'', concluyó Lubchenko.