La asociación cultural Rapalacóis denuncia la falta de interés de la Administración en rescatar los cañones del siglo XVIII hundidos en la bocana

En 1719 tres barcos ingleses tomaron la ría del Eo y el ribadense fuerte de San Damián. El ataque motivó que se fueran a pique dos fragatas de la Armada Invencible, «El Galgo de Andalucía» y el «San Francisco». Unos restos que podrían permanecer aún en el estuario. De momento son suposiciones que se basan en el hallazgo en 2007 de 14 cañones antiguos en la bocana de la ría. Dos años después de su localización, la asociación cultural Rapalacóis denuncia «la falta de interés de las administraciones», que aún no han rescatado del fondo marino estas valiosas piezas.

Precisamente dos buzos vinculados a este colectivo fueron los que descubrieron los cañones y dieron parte a la Consejería de lo ocurrido. Desde Cultura se envió entonces a una arqueóloga que hizo un primer informe preliminar a finales del año pasado. El documento parece confirmar la hipótesis de que los restos proceden de los barcos hundidos en el siglo XVIII. No obstante, aún es pronto para hacer cualquier tipo de valoración.

Junto a los cañones, los buceadores localizaron otros objetos, como cerámicas o bolas, lo que apunta a que se trate de un pecio o resto de un barco naufragado. Los pecios son poco habituales en Asturias porque las corrientes suelen alejarlos de la costa, lo que hace más relevante el hallazgo.

No obstante, desde Rapalacóis inciden en que aún «no se ha hecho ninguna inmersión oficial en la zona para investigar los restos». Además, precisan, «se trata de un rescate fácil, a poca profundidad y en aguas costeras».

El colectivo de Figueras teme que se puedan perder los restos por «el nulo interés» de las administraciones. «Es una pena que el barco no fuese cargado con oro o plata porque entonces seguro que la situación sería diferente», concluyen desde la asociación.

El alcalde de Castropol, José Ángel Pérez, está a la espera de mantener una reunión con la titular de Cultura del Principado para abordar este asunto. «La entrevista se producirá en breve, estoy pendiente de confirmación», puntualiza. Pérez quiere conocer los planes de la Consejería para la extracción y conservación de las piezas. «La extracción no es lo más costoso, sino la desalinización. Necesitamos el apoyo económico del Principado porque nosotros no lo podemos asumir», explica.

Pérez espera que sea posible llegar a un acuerdo con el Gobierno autonómico y que, una vez fuera, la mayor parte de las piezas se quede en el municipio. «Nuestra intención es que gran parte de lo que se rescate se quede aquí, aunque tengan que llevarse algo», añade.

El Alcalde propondrá a Cultura que los restos extraídos se coloquen en puntos diferentes entre la ensenada de Arnao, donde se localizan, y el puerto de Figueras. El Ayuntamiento está en trámites para construir una senda que comunique la localidad con la playa de Arnao, con lo que estas piezas ayudarían a dotarla de contenido. «Encajan perfectamente y servirían como recurso turístico y patrimonial», apunta Pérez.