La iniciativa científica para imponer un cambio en la definición del concepto de "agua de mar" se puso en marcha en el 2006, cuando la organización internacional que aglutina los esfuerzos, el Comité Científico de Investigaciones Oceánicas (SCOR, por sus siglas en inglés), estableció un grupo de trabajo, presidido por Trevor McDougall, de la CSIRO, en Australia.

Los cambios son importantes porque las variaciones en la salinidad y la temperatura desempeñan un papel decisivo en conducir las corrientes oceánicas profundas y la circulación vertical en muchas zonas de los océanos del mundo. Establecer las pautas de referencia con la mayor exactitud posible es vital para la tarea de cuantificar el papel del océano en el cambio climático.

La adopción de variables oceanográficas nuevas y más exactas, que reemplazarán a las usadas actualmente, traerá importantes mejoras para el trabajo de la comunidad científica.

La nueva definición de las características del agua de mar es el resultado de muchos años de investigación sobre la energía del océano y las propiedades de sus aguas. Este trabajo fue realizado principalmente en Alemania (Rainer Feistel), EE.UU. (Frank Millero) y Australia.

La nueva definición permite, por primera vez, una medición exacta del contenido calorífico del agua de mar para su inclusión en los modelos oceánicos y en las proyecciones climáticas.

El agua del mar es una mezcla de un 96,5 por ciento de agua pura con un 3,5 por ciento de otros materiales, como las sales, los gases disueltos, las sustancias orgánicas, y partículas no disueltas.

La salinidad, que comprende las sales desprendidas de rocas, se mide usando la conductividad del agua de mar. Esta técnica asume que la composición del agua de mar es la misma en los océanos de todo el mundo. Ya se sabe desde hace algún tiempo que hay variaciones pequeñas en la composición del agua de mar de diversas zonas del globo, y el grupo de trabajo del SCOR ahora está en posición de recomendar un método práctico para tener en cuenta estas variaciones.

McDougall opina que para el año 2010 los nuevos valores de salinidad ya serán usados por la mayor parte de la comunidad científica.