En 1702, las finanzas españolas se encontraban, como ahora, en muy mal estado. Crisis. Desde hacía casi tres años no llegaban de las Américas ni oro, ni plata, ni nada. Las esperanzas se habían centrado en la flota de 1702. Los galeones españoles entraron en Vigo el día 22 de septiembre de 1702. Para evitar encuentros desagradables con los ingleses y los holandeses, en lugar de dirigirse a Sevilla, se refugiaron en la ensenada de San Simón en el interior de la Ría de Vigo. Después de cuatro semanas de la llegada de los galeones a Vigo, el "tesoro" no fue descargado ya que Sevilla era el único lugar donde se podía hacer con "garantías". En esas, los anglo-holandeses descubrieron el escondite.
El cargamento de oro, plata y lo que uno quiera imaginar estaba embarcado en tres galeones de combate y en catorce comerciales. La mala situación de las naves para una adecuada defensa y la superioridad anglo-holandesa (unos 13.000 hombres frente a los 4.000 defensores españoles y franceses) hicieron que en menos de 10 horas finalizase la batalla con derrota para los de casa.
Al acabar, los atacantes saquearon Redondela y la isla de San Simón. Vigo se salvó. El 30 de octubre la armada anglo-holandesa abandona la ría de Vigo dejando 27 buques de guerra junto a los apresados. Se llevaron varios barcos, entre ellos un galeón español cargado con los tesoros recogidos. A su salida de la ría de Vigo, este galeón encalló cerca de las Cíes y se hundió.
Recientemente, un equipo multidisciplinar ha logrado fotografiar, por primera vez, quince de los veinticinco pecios de los galeones que fueron hundidos en 1702 durante la batalla de Rande. Por otra parte, los arqueólogos Javier Luaces y Cristina Toscano diseñaron, e incluso registraron en la propiedad intelectual, un proyecto titulado "Museo parque temático Rande. Los tesoros perdidos. Centro de investigación arqueológica subacuática de Galicia", en el que se propone, la posibilidad de extraer un galeón y exhibirlo en un gran acuario. En el mundo hay varios museos en torno a barcos hundidos y Vigo podría ser una de ellas. El más famoso es el Vasa, un navío de guerra sueco que naufragó en su viaje inaugural, en 1628, en el puerto de Estocolmo. El barco fue rescatado en 1961 y se encuentra expuesto en un museo en Estocolmo. Recientemente se ha recuperado el Nanhai I, el mayor navío de la dinastía Song (960- 1279) que navegó en la Ruta Marina de la Seda. En diciembre de 2007, se logró levantar del lecho marino y trasladarlo a un gran tanque transparente de 64 metros de largo para que los visitantes del Museo de la Ruta de la Seda Marítima lo contemplen.
Tan famosa es la Batalla de Rande (con calles y monedas acuñadas en Inglaterra), que incluso Julio Verne habla de ella en el capítulo octavo del libro "Veinte mil leguas de viaje submarino" (1866). El capitán Nemo cuenta que hubo una guerra por la sucesión dinástica al trono español. Una flota procedente de América transportaba un valioso cargamento y que, debido al sitio que al que estaba sometido Cádiz, se vio obligada a desviarse hacia Vigo, lugar donde fue destruida por un combinado anglo-holandés. El capitán Nemo acudía frecuentemente, con el fin de financiar sus expediciones a la bahía de Vigo, para saquear los tesoros hundidos durante la batalla. De hecho, Julio Verne, en uno de sus rarísimos viajes, visitó Vigo tiempo después de haber publicado el libro. El escritor francés conoció a Antonio Sanjurjo Badía, con el que compartía la extraña atracción por el mundo subacuático. Sanjurjo inventó un artilugio que permitía inmersiones y que hoy se puede ver en el Museo del Mar.
¿Tendrá alguna vez la Batalla de Rande, su historia y sus galeones el museo que se merece, como sucedería en otros lugares? El acuario, ya lo tienen Oporto, O Grove y A Coruña. Ojalá alguna vez "veamos" los galeones de Rande.