Científicos de Australia y Estados Unidos anunciaron ayer el descubrimiento de nuevas especies marinas, entre estas, anémonas, coral rojo, y un espécimen de ascidia carnívora, en las profundidades inexploradas del océano y al sur de la isla australiana de Tasmania.

Durante el viaje científico de cuatro semanas, y financiado con dos millones de dólares, los expertos también hallaron nuevas evidencias del impacto causado por los gases de dióxido de carbono en los corales del lecho marino de esa zona, a cuatro y dos kilómetros de profundidad.

«Hemos buscado vida a una profundidad mayor que en cualquiera de las expediciones realizadas previamente en aguas australianas» dijo en rueda de prensa, Ron Thresher, miembro del equipo y experto de la Organización para la Investigación Industrial y Científica de la Mancomunidad de Australia.

Con la ayuda de Jason, un submarino dirigido mediante control remoto y propiedad de la Institución Oceanográfica Woods Holes de Estados Unidos, los científicos encontraron a más de 1,4 kilómetros de profundidad, en la que denomina Zona de Fractura de Tasmania, grandes extensiones de corales cuya formación se remonta a más de 10.000 años.

«Nuestras muestras sirven para documentar la fauna australiana en las mayores profundidades examinadas hasta ahora, incluida una extraña ascidia carnívora, arañas de mar, esponjas gigantes, y también comunidades dominadas por percebes y millones de anémonas con lunares de color violeta», explicó Thresher.