El ministro español de Cultura, César Antonio Molina, declaró hoy en entrevista con Efe que los países Iberoamericanos deben de defender el patrimonio cultural atacado por “piratas marinos” que “quieren fundir la historia” de los pueblos que reposa en los mares.

Molina, que estuvo en Colombia para inaugurar en Bogotá la exposición “Mutis al natural” y en Medellín la de “España, encrucijada de civilizaciones”, indico que en los restos de galeones y otros tipos de barcos “está la memoria colectiva de los pueblos”.

El ministro precisó que el Gobierno español tiene localizados 4.000 barcos pero que la cifra puede “llegar a 8.000 y están en las costas no sólo de América, sino de África, Asia, en el Mediterráneo, al igual que en el Atlántico y el Pacífico”.

Subrayó que todos los países Iberoamericanos deben trabajar por la defensa de esos “yacimientos” culturales y que deben ser los gobiernos los que deben llevar la iniciativa en las excavaciones, siempre y cuando sea en los momentos oportunos.

Para Molina, lo que transportaban los barcos no sólo era monedas de oro y plata “sino que en realidad es parte de la historia de nuestros países y a nadie se le ocurriría fundirla para convertirlas en lingotes de oro y plata”.

Abogó porque cada excavación exitosa sirva para recuperar esos elementos y para que los arqueólogos los puedan estudiar y reconstruir la historia de los pueblos.

Explicó que España, que ha sido uno de los países que más ha sufrido ataques de lo que él llama “piratería marina”, brinda a los países amigos ayuda tecnológica para “extraer la historia que encierra un barco”.

Molina manifestó que las piezas que recuperen, pasarían a museos pues “los Estados no deben buscar beneficios económicos a través de estos hallazgos, sino un bien cultural”.

Precisó que hay empresas, como la estadounidense Odyssey, que se dedican a la “piratería marina arqueológica”, pues pretenden sacar dividendos económicos en el litigio que mantienen con el Gobierno español por la nave “Nuestra Señora de las Mercedes”.

Recordó que el caso está en curso en Tampa (Estados Unidos). “Poco a poco les hemos ido ganando todos los recursos, pues el interés del Gobierno español es recuperar un patrimonio histórico y cultural, dado que era un barco español, de bandera española”, expresó.

Según las autoridades españolas, el barco del que Odyssey extrajo el tesoro es el “Nuestra Señora de las Mercedes”, de la Armada Española, hundido el 5 de octubre de 1804, después de entrar en combate con una fragata británica en aguas del Atlántico.

La historia de la fragata fue reconstruida por un equipo del que hicieron parte el Ministerio de la Cultura, la Armada, el Museo Arqueológico Nacional y la Real Academia de la Historia y en ella dan cuenta de que en la embarcación viajaban más de 250 marinos y españoles, quienes murieron tras la explosión de la nave.

España reclama, en el juicio de Tampa, el tesoro valorado en 500 millones de dólares, representando en un cargamento de 17 toneladas de monedas de oro, plata y otros objetos como cañones, vajillas y enseres de la época.

El ministro de Cultura insistió en que España no tiene prisa por ganar el juicio, pues lo que está en juego es una parte muy importante de “la materia prima de nuestra historia. No estamos dispuestos a que se funda, por sectores que buscan beneficios económicos”.

Añadió que actualmente España está dedicada a prevenir a los países para que no dejen en manos de empresas el patrimonio cultural, ya es muy diferente a asuntos como la exploración de yacimientos petroleros o de gas.
“En estos casos, en el de los barcos y galeones, lo que hay es un valor cultural y eso no tiene precio”, puntualizó.