El flujo de aire que pasa por las vías respiratorias del pulmón depende de la densidad del aire gas inspirado. Cuanto mayor es la profundidad a la que se bucea, mayor es la densidad y la resistencia del flujo del aire, lo cual obliga a aumentar la carga de trabajo de los submarinistas.

La mayoría de los buzos sanos cuentan con reservas considerables de capacidad respiratoria, por lo que pocas veces aprecian este incremento hasta alcanzar los 30 metros ¾ una presión de cuatro atmósferas. submarinistas deben tener presente que cualquier resistencia añadida al flujo del aire que opongan los reguladores de buceo o las válvulas de demanda supone una dificultad añadida a la resistencia natural del flujo e incrementa aun más esta carga de trabajo.

Por lo tanto hay que asegurarse que la válvula de demanda funciona correctamente y sirve para descender a la profundidad calculada.