El descubrimiento de los restos de un barco hundido en el siglo IV a.C. ante la costa sur de Chipre ha causado el entusiasmo de los científicos, que lo consideran el hallazgo arqueológico marino más importante de los últimos 40 años en esa isla mediterránea.
El buque fue encontrado a unos 45 metros de profundidad y ha sido bautizado como el Naufragio de Mazotos, el nombre del pueblo costero más cercano.

Tras una primera ' autopsia ' el año pasado en el punto donde se hallan los restos arqueológicos, los expertos realizaron en las últimas semanas nuevas inmersiones con el objetivo de trazar esta vez la estratigrafía del naufragio.

' Estamos sólo al principio de las excavaciones pero tenemos la convicción de que de ese naufragio emergerán informaciones muy valiosas ' , señaló ayer Stela Demestija, profesora de arqueología submarina en la universidad de Chipre y responsable de la dirección científica del equipo de la excavación subacuática.

El estudio de ese pecio tiene relevancia histórica en cuanto a la náutica y a la economía del Mediterráneo oriental, ya que el Naufragio de Mazotos es uno de los pocos yacimientos arqueológicos de los tiempos clásicos que se conserva en buen estado.

' Los resultados de las excavaciones darán respuestas a interrogantes sobre la vida económica y marina de la antigüedad, que actualmente plantean no sólo la investigación arqueológica chipriota sino también internacional ' , explicó la experta.

Demestija destacó que el estudio del barco dará también una valiosa información sobre el papel de Chipre en las rutas náuticas en la antigüedad. Además, se podrán investigar las relaciones entre el norte del mar Egeo y el sureste del Mediterráneo y la manera en la que comerciaba.