La respiración comprende dos procesos básicos. El primero consiste en tomar oxigeno (O2) de la atmósfera para que lo absorban las células del cuerpo con fines metabólicos. El segundo consiste en eliminar del organismo el dióxido de carbono (CO2). Esto se consigue por medio de la respiración, cuyo proceso se divide en dos fases: la respiración externa y la respiración interna... La respiración externa comprende grosso modo el acto físico con el cual la sangre se oxigena, mientras que la respiración interna se refiere a la absorción del O2 y la eliminación del CO2 que producen las células humanas. La respiración bajo el agua requiere más esfuerzo que en tierra por las siguientes razones:

· El aire inspirado es más denso porque la presión es mayor.
· La presión externa (del agua) sobre el pecho opone una mayor resistencia a la expansión.
· Los pulmones se muestran un poco más rígidos debido al aumento de sangre central y a la concentración de sangre en los pulmones, lo cual reduce la cantidad de sangre presente en ellos.
· La resistencia que las válvulas de la demanda oponen a la respiración.

Todos estos factores aumentan la carga de trabajo del proceso respiratorio de los submarinistas y evidencian la importancia de poseer una buena forma física. En consecuencia, los buzos con problemas cardiacos o pulmonares corren un gran riesgo de padecer enfermedades o sufrir lesiones afines. En los casos extremos, el aporte de aire y O2 que reciben los submarinistas llega a interrumpirse y pueden morir asfixiados. La muerte se produce por:

  • Ahogamiento: el agua bloquea las vías respiratorias.
  • Laringoespasmo: las cuerdas vocales se cierran debido a una irritación causada por el agua salada.
  • La presencia de un cuerpo extraño que obstruye las vías respiratorias.
  • La interrupción del aporte de aire que recibe el buzo.
  • La inhalación de monóxido de carbono (CO) que impide el transporte de oxigeno a la sangre.