Los especialistas del Museo Nacional de Arqueología Marítima y Centro Nacional de Investigaciones Arqueológicas Submarinas (Arqua) y la fundación americana Aurora Trust han logrado captar imágenes de gran precisión de los tesoros que esconde el fondo marino de Cartagena. Desde la bahía de Cartagena hasta Cabo Tiñoso, estos arqueólogos han llevado a cabo la segunda campaña para buscar y documentar los pecios submarinos y completar la carta arqueológica del litoral. En esta campaña se han localizado 35 nuevas anomalías, entre las que destacan 13 restos de embarcaciones que se han identificado como barcos de pesca hundidos para formar arrecifes artificiales. "Además hemos utilizado una serie de equipos más modernos, como un sonar de barrido lateral y un perfilador de fondos para incidir en los restos que hallamos el año pasado", explicó Rocío Castillo, arqueóloga del Arqua. De esta forma, además de comprobar la naturaleza de las anomalías detectadas, también se ha vuelto a trabajar sobre el pecio romano localizado en 2007 para obtener imágenes de mayor calidad. "Eso ha permitido obtener una exhaustiva documentación del cargamento del pecio, que está compuesto principalmente por ánforas de vino de origen itálico, que permiten datarlo entre finales del siglo II a.C. y mediados del s. I a. C.", afirmó Castillo. Con las imágenes que han captado del pecio romano, se montará un fotomosaico que permitirá analizar la distribución del cargamento y documentar los distintos tipos de ánforas presentes. Por otra parte, la información y la documentación gráfica obtenida durante este proyecto formarán parte de los audiovisuales de la exposición permanente que se inaugurará el próximo otoño en la nueva sede del Museo. El Arqua se ha puesto ya en contacto con la Autoridad Portuaria y Capitanía para que se proteja la zona, no sólo de forma física sino también legal.