Quizá los carnavales dejen de ser el mayor reclamo turístico de la ciudad de los canales por excelencia: Venecia. Un grupo de biólogos marinos se ha tropezado bajo sus aguas con una plétora de pesces, crustáceos y una variedad de vegetación submarina que hace de ella un reclamo turísticos para los buceadores más curiosos. Las barreras móviles conocidas colectivamente como el proyecto Moisés están bajo construcción a través de tres canales que tienen acceso a la laguna de Venecia para proteger las iglesias y las plazas de la ciudad contra mareas de la inundación.
Dos de las barreras, están protegidas por los rompeolas que inadvertidamente han dado a Venecia una barerra llena de vida que presume de tener 150 especies de peces y de algas coloridas.
Uno de los biólgos marinos del estudio, Andrea Rismondo, confiesa que hay gente que está considerando seriamente Venecia como destino turístico de buceadores.
Las jibias, estrellas de mar, cangrejos, medusas, moluscos que miden 30cm y 50 tipos de pesces comparten el mismo hogar con algas de Cystoseira de metro y medio de altura, a 14 metros de profundidad.
El fondo es mayoritariamente arenoso así que los rompeolas se convirtieron en una oportunidad para que se llenara de vida. Lo que les sorprende a los biólogos es la cantidad y la variedad de “vecinos” que se han instalado.