Balears registró durante 2007 un total de 53 accidentes y 3 fallecimientos por la práctica de deportes submarinos.
Del total de siniestros, 41 se produjeron por la práctica de apnea y 12 por la práctica de buceo con equipo. Las tres personas fallecidas perdieron su vida por causas vinculadas a la práctica de deportes subacuáticos, es decir, buceo con botella, apnea -a pulmón- y pesca submarina, debido a accidentes que se podrían evitar con una correcta formación.
El doctor Joan Batle, director del Instituto de Investigación Hiperbárica de Baleares (MEDISUB), explicó que durante los 6 meses que dura la temporada, en el año 2007 se hicieron en Baleares 430.000 inmersiones, por lo que la tasa de accidentes se sitúa en uno por cada 35.000 inmersiones. "Los síntomas padecidos no son directamente proporcionales a la gravedad de la lesión", explicó a Europa Press el Doctor Batle.
Por su parte, el presidente de la Federación Balear de Actividades Subacuáticas, Joan Mas, afirmó que la sobrepresión pulmonar afecta sobre todo a los pescadores inexpertos, aunque para la práctica de este deporte se exige una licencia federativa obligatoria. "Llevamos años intentando que el Govern obligue a realizar unos cursos de capacitación similares a los de buceo", agregó Mas.
Tanto Mas como Batle coinciden en la necesidad de crear estos cursos. Para la práctica del buceo con botella, es necesario pasar por un reconocimiento médico y un curso de instrucción, que consta de parte teórica y práctica para obtener la licencia. "El 80 por ciento de los pescadores con arpón va por libre", puntualizó Mas.
La mayoría de los accidentes se deben a fallos del propio buceador o a su falta de experiencia.
Sistema de compañeros
El hecho de que esté prohibido que un buceador con equipo autónomo se sumerja solo, hace que el resto de deportistas submarinos sean más sensibles a padecer accidentes que desemboquen en la muerte. Si un buzo sufre un desvanecimiento bajo el agua, por ejemplo, su compañero le puede auxiliar.