Si quiere paz y tranquilidad para la eternidad, reserve ya su lugar en el mundo submarino”. Es uno de los anuncios publicitarios de “Neptuno Memorial Reef”, un cementerio en el fondo del mar que se ha puesto de moda en la costa de Florida.

El cementerio se ha convertido en un polo de atracción tanto para submarinistas como para quienes quieren que sus cenizas reposen en eterna inmersión, formando parte del camposanto submarino más grande del mundo.
La idea de un grupo de empresarios, a los que hace un año tildaban de locos irreverentes, no solo ha cuajado sino que genera mucho más beneficio de lo esperado. En primer lugar, porque la idea de que las cenizas de uno reposen a 20 metros de profundidad, como parte de un inmenso cementerio de piedra que se convertirá en un arrecife, no es descabellada. La segunda fuente de ingresos son los buceadores, que quieren dar un tranquilo paseo por el artístico cementerio; una inmersión “sin agobios” que cuesta 60 dólares, con traslado, botella y recuerdo incluidos.
Además, los buceadores que visiten el cementerio dos veces tienen un 10% de descuento si encargan su “rinconcito eterno”, que puede costar entre 3.500 y 9.000 dólares, según ubicación y diseño. Con una señal del 50% y el resto cuando llegue el momento…, tienen asegurado el descanso eterno en los brazos de Neptuno.
El “Neptuno Memorial Reef” tiene el tamaño de un campo de fútbol y en él, como un inmenso decorado de cine, se pueden ver esculturas, columnatas, arcos… toda una mezcolanza de artísticas obras moldeadas en piedra y hierro, que algunos ya han calificado de “aberración para el buen gusto”.
“A unos cuatro kilómetros de Cayo Vizcaíno, por un precio parecido al de un nicho terrestre, puede descansar en paz formando parte de un arrecife, a 20 metros de profundidad”. Así se anuncia el “Neptune Memorial Reef”. Para más información sobre el cementerio submarino, la empresa que lo explota y el proceso de “integración” de las cenizas del finado con el arrecife, no deje de ver este pdf.




Fuente: Buceo-Virtual