La Consejería balear de Agricultura y Pesca ejecuta estos días el proyecto de hundimiento de escollos artificiales en la costa del Levante de Mallorca, que supone la colocación de 483 módulos en el fondo del mar, a pocos metros de la costa, para evitar la pesca ilegal de arrastre y proteger así el fondo de posidonia y el hábitat marino.

Esta semana, el barco mercante "Potosí", especializado en este tipo de tareas, se encuentra en el puerto de Porto Cristo, donde coloca parte de estos escollos artificiales, según informó el Ejecutivo regional.

El barco llegó a la costa mallorquina el pasado 3 de marzo procedente de su puerto base, en el Puerto de Santa María (Cádiz).

El objetivo de este proyecto, según explicó hoy la consejera de Agricultura y Pesca, Mercè Amer, "es evitar el paso de las embarcaciones de arrastre por la zona donde tienen prohibida la pesca, protegiendo así los fondos de posidonia".

Se trata, además, "de una reinvindicación histórica de los pescadores artesanales, que han sufrido las consecuencias del incumplimiento de la ley por por parte de algunas barcas de pesca".

El coste total de la actuación es de 1,2 millones de euros, que asume la Consejería de Agricultura y Pesca, con apoyo del 50% que proviene de los fondos europeos de pesca IFOP.

Un vez finalizado el proyecto, se habrán hundido un total de 483 escollos cúbicos. Cada uno de estos módulos pesa siete toneladas, que dentro del agua suponen un peso de cuatro toneladas.

Además, hay 28 módulos de producción, que se colocan para aumentar los recursos marinos y servir de atractivo turístico para el sector del submarinismo recreativo.