Un buceador muere al sumergirse junto a las rocas del castillo de San Antón.
(22-12-2007)


La víctima intentaba capturar percebes y centollas en la zona del faro del castillo con dos amigos. Buzos de la Guardia Civil localizaron el cuerpo en el fondo a las dos horas de haber desaparecido.
Un hombre de entre 35 y 40 años falleció ayer por la tarde cuando buceaba junto a las rocas del castillo de San Antón. El suceso ocurrió a las 16.40 horas, minutos después de que el fallecido llegase con dos amigos a la zona de rocas situada en la zona del faro de San Antón con la idea de bucear a pleno pulmón para capturar marisco en una zona especialmente rica en centollas y nécoras.

La Guardia Civil intentaba a última hora de ayer averiguar la identidad del fallecido, que no llevaba documentación y al que su acompañante simplemente identificó como Juan, un amigo de su mismo barrio.

La víctima se introdujo en el mar con un traje de neopreno, sin botellas de aire pero con nueve kilos de plomo adosados al cuerpo para facilitar la inmersión. Tras las primeras exploraciones, el buceador no volvió a salir a la superficie, lo que alarmó a su amigo, que estaba también acompañado de una mujer. La pareja esperó durante varios minutos y llamó a la víctima, pero al ver que no se producía ningún movimiento bajo la superficie se decidió a pedir ayuda a otro hombre que en ese momento daba un paseo por el castillo de San Antón. Fue él quien a las 17.45 horas llamó desde su teléfono móvil a la torre de control del Centro Local de Salvamento de A Coruña.

Salvamento Marítimo activó el operativo y movilizó a la zona a su embarcación Salvamar Mirfak, a la patrullera de la Guardia Civil y al Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, que fueron auxiliados desde tierra por la Agrupación de Protección Civil y la Cruz Roja del Mar.

Las labores de rescate dieron resultado a las dos horas, cuando los buzos de la Guardia Civil localizaron el cadáver del buceador en el fondo del mar en la misma zona en la que horas antes se había sumergido. La embarcación del instituto armado trasladó entonces el cadáver al muelle pesquero de Oza, donde los agentes desembarcaron el cuerpo y esperaron más de dos horas hasta que el forense y el juez de guardia ordenaron el levantamiento del cadáver, que será sometido a una autopsia para aclarar lo ocurrido.