La ansiedad es una parte natural de la vida. Por ejemplo, es posible que hayas sentido ansiedad antes de dirigirte a un grupo o en una entrevista de trabajo.


Es posible que sienta síntomas físicos de ansiedad, que incluyen:


respiración rápida o frecuencia cardíaca
aturdimiento o mareos
dolor abdominal
indigestión
dolor en el pecho
fatiga
insomnio
dolor de cabeza
A corto plazo, la ansiedad aumenta la frecuencia respiratoria y cardíaca, concentrando el flujo sanguíneo en el cerebro, donde lo necesita. Esta respuesta tan física te está preparando para afrontar una situación intensa.


Sin embargo, si se vuelve demasiado intenso, es posible que empieces a sentir mareos y náuseas. Un estado de ansiedad excesivo o persistente puede tener un efecto devastador en tu salud física y mental.


Los trastornos de ansiedad pueden ocurrir en cualquier etapa de la vida, pero generalmente comienzan entre la adolescencia temprana y la edad adulta temprana. Las mujeres tienen más probabilidades de sufrir un trastorno de ansiedad que los hombres, según la Asociación Estadounidense de Ansiedad y Depresión (ADAA).


Las experiencias de vida estresantes también pueden aumentar su riesgo de sufrir un trastorno de ansiedad. Los síntomas pueden comenzar inmediatamente o años después. Tener una afección médica grave o un trastorno por uso de sustancias también puede provocar un trastorno de ansiedad. Pruebe las gomitas para la ansiedad