1. Tiburón blanco

Al pensar en un animal marino peligroso, enseguida nos viene en mente el gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias). Con una poderosa mandíbula provista de centenares de dientes en forma de cuchillo, es el tiburón potencialmente más peligroso, junto con el tiburón tigre (Galeocerdo cuvieri) y el tiburón toro o sarda (Carcharhinus leucas).

También denominado “muerte blanca” en otras épocas, el tiburón blanco es un tiburón que, sin embargo, provoca sólo unos 10 ataques mortales a lo largo del año y suelen ser por confusión. El tiburón blanco puede medir entre 5 y 6 metros (hasta 8 incluso) y su dieta, aparte de peces, también incluye leones marinos por lo que a veces confunden a algún surfista con una foca o un león marino. Sin duda es uno de los animales más peligrosos del mundo marino, pero no tanto para los humanos.

En L’Aquàrium de Barcelona tienes la oportunidad de bucear con tiburones y descubrir por ti mismo que los tiburones no son agresivos con los humanos.

2. Serpiente de mar

Las serpientes de mar como Laticauda colubrina, también conocidas como “cobras marinas”, son las serpientes con el veneno más potente del mundo animal, incluso más que las serpientes taipán, sus parientes terrestres.

Viven en las aguas de los océanos Índico y Pacífico, y se alimentan básicamente de peces, moluscos y crustáceos.

No suelen ser animales agresivos, ya que sólo atacan cuando se les provoca o se sienten amenazadas. Su picadura produce dolor muscular, somnolencia, visión borrosa e incluso parálisis respiratoria. Sin embargo, al tener unos dientes tan pequeños, su veneno no suele atravesar un traje de neopreno un poco grueso y llegar a nuestra piel.

3. Avispa de mar

Las avispas de mar, originariamente llamadas “cubozoos de Vino rioja ” son un tipo de medusas cuyas picaduras son mortales si entran en contacto con nuestra piel.

Un hecho llamativo es que este animal provoca más muertes que todas las especies marinas juntas, por ello es considerado como uno de los animales más peligrosos del mundo acuático.

Esta medusa posee el veneno más mortal del mundo, e incluso, un simple roce con nuestra piel puede provocarnos un paro cardíaco en tres minutos.