Ocultos en las profundidades y totalmente ajenos a cualquier polémica veraniega, los angelotes hace ya muchos años que establecieron su residencia en las aguas calientes, tranquilas y ricas en alimentos que bañan la costa de San Andrés. Pese a que son animalitos tranquilos y algo solitarios, los también conocidos como tiburones ángel se han convertido en los protagonistas del verano santacrucero al morder a media docena de usuarios de la Playa de Las Teresitas. "Cruz Roja nos notificó que se habían producido unas seis o siete mordeduras así que nos pusimos en contacto con el Oceanográfico para que nos aclarasen qué estaba ocurriendo en la playa", aseguró la concejal de Medio Ambiente, la socialista Yuri Mas, quien añadió que los expertos le comentaron que los santacruceros son unos privilegiados por tener a este especie en sus aguas ya que está en peligro de extinción en otros lugares.
Hasta hace algún tiempo era habitual encontrar ejemplares de angelote en el Mediterráneo o en el Atlántico Norte. Sin embargo, la pesca de arrastre se ha convertido en la principal causa de que su población haya disminuido en ambos lugares. Algo que no ha ocurrido en las Islas, puesto que aquí no se emplea esa técnica para pescar. "El límite sur de su hábitat son las Islas", comentó el especialista del Centro Oceanográfico de Canarias, Pedro Pascual.
"Las hembras, que tienen unos 12 o 13 embriones de media, llevan años desovando en Las Teresitas porque esta playa tiene muy buenas condiciones debido a la tranquilidad como a la riqueza de alimentos", aseveró Pascual, quien agregó que se alimentan de gueldes, sargos o bogas, entre otros.
De hecho, este es el principal motivo de que los angelotes más jóvenes se aproximen a la orilla de Las Teresitas: buscar comida. "Ellos se ponen en el primer metro de agua a cazar", apuntó el especialista para aclarar que "estos animales, que están en el primer metro de agua buscando comida, reaccionan cuando los bañistas les pisan".
A pesar del susto que se llevan los bañistas y también de los mordiscos, Pedro Pascual afirmó que lo ocurrido en estos meses de verano "no hay que sacarlo de contexto". "No son mordidas, son pequeñas picaduras", explicó el especialista del Centro Oceanográfico, quien matizó que, en un principio, se pensó que esas pequeñas mordidas las podrían haber producido una familia de peces gallo que todos los veranos acuden a Las Teresitas para desovar.
"Nosotros estuvimos durante tres horas en la playa y lo cierto es que los peces gallo aún no están en celo. Si a esto se le suma que las pequeñas mordeduras que han sufrido los bañistas están localizadas en los pies y en los tobillos, pues es evidente que han sido los angelotes", añadió Pascual. De la misma manera que el especialista le restó importancia a esos pequeños ataques, la edil de Medio Ambiente también quiso aclarar que esta especie siempre ha convivido con los usuarios de la playa. "Las personas que van a Las Teresitas y dejan su basura allí son más peligrosos que los angelotes", manifestó Mas, quien puntualizó: "Nunca hemos tenido incidentes con estos animales que llevan toda la vida en Las Teresitas".

http://www.laopinion.es/tenerife/201...na/557823.html