Ulrike Guérin, responsable del Programa, pide el mismo respeto para los yacimientos del mar como el que gozan en tierra y defiende la Convención 2001

En un momento decisivo para el futuro del patrimonio cultural subacuático, coincidiendo con el final del debate parlamentario de la ley colombiana que permitirá comercializar la carga restacada de los galeónes por empresas cazatesoros, la UNESCO quiso recordar su criterio. En declaraciones a ABC, la responsable del Secretariado de la UNESCO para la Convención para la Protección del Patrimonio Cultural Subacuáticode Ulrike Guérin, afirmó que una de sus mayores preocupaciones es «la destrucción de los yacimientos de patrimonio cultural subacuático en todo el mundo a través de su explotación comercial y su saqueo. La situación es alarmante y la amenaza se acrecienta cada día en muchos países de nuestro planeta»

Para la especialista del programa del organismo internacional, «los yacimientos arqueológicos subacuáticos son tan importantes como el patrimonio hallado en tierra y merecen la misma atención científica así como la misma apreciación y disfrute por parte del público. El patrimonio no debe ser vendido. Pertenece a toda la humanidad».
La Convención 2001

Además, subrayó que «la Convención de la UNESCO de 2001 para la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático es el mayor instrumento legal internacional que defiende estos principios. Es la mayor herramienta de protección del patrimonio sumergido y de observancia de estándares científicos internacionales en las actividades dirigidas a este patrimonio». En este momento hay 44 países que han ratificado la Convención y la gran mayoría de las legislaciones nacionales intentan seguir el modelo que la Convención supone para la protección del patrimonio cultural subacuático. «Así mismo, las normas del anexo sobre las actividades dirigidas al patrimonio cultural subacuático son las que siguen todas las instituciones internacionales de reconocido prestigio científico en el campo de la arqueología subacuática», recuerda la especialista de la UNESCO.

Ulrike Guérin afirma, asimismo, que en Iberoamérica «han ratificado la Convención 16 países y cada vez hay más interés. En Octubre de 2013 habrá una reunión ministerial para la protección del PCS en Lima, en el que se tratará la situación del PCS en toda la región y se buscarán vías para mejorar la implementación de la Convención de 2001».
Inimaginable

Para la responsable de Patrimonio Subacuático de la UNESCO, «es inimaginable hoy en día pensar que el Patrimonio hallado en tierra pueda ser excavado con el objetivo de vender su valioso contenido y sus artefactos, incluso si muchos de los objetos hallados son similares. La localización de los yacimientos arqueológicos no marca una diferencia en relación a su importancia. Por lo cual, tampoco se debe hacer una diferencia en su tratamiento».

El Patrimonio cultural subacuático es un tipo de Patrimonio «muy significativo y comprende una vasto legado. Alrededor de tres millones de pecios y ciudades sumergidas descansan en las profundidades marinas así como miles de yacimientos prehistóricos, hallados ahora en paisajes sumergidos, encierran las claves del desarrollo de la civilización. Este patrimonio sumergido está en peligro y todavía no se halla suficientemente protegido, ni es ampliamente conocido ni investigado. Su potencial científico todavía no es del todo reconocido y su visibilidad es escasa entre el gran público», anade.
Un museo por descubrir

Las posibilidades de la protección y de la valorización del patrimonio cultural subacuático son, sin embargo, enormes, para el organismo internacional. «El Oceáno es un enorme, y desconocido, museo -revela Ulrike Guérin-. Muchos yacimientos históricos importantes todavía no han sido descubiertos, comprendidos y valorizados. El material orgánico se conserva mucho mejor en ambientes subacuático que en tierra. Así por ejemplo, algunos materiales orgánicos, de hasta 300.000 años de antigüedad, han llegado hasta nuestros días intactos gracias a su contexto subacuático».

La especialista destaca que los yacimientos sumergidos son frecuentemente «capsulas del tiempo que pueden narrar a los investigadores historias de la vida diaria de la antigüedad más que tumbas o edificios de prestigios hallados en contextos terrestres». El lecho marino, por lo tanto, preserva literalmente miles de «Pompeyas» sumergidas.

Para concluir, la abogada y experta de UNESCO en este campo afirma que «los itinerarios subacuáticos así como los museos de arqueología subacuática tienen un tremendo potencial turístico y de regeneración económica en áreas deprimidas. El patrimonio cultural subacuático es un tipo de patrimonio bastante atractivo, y altamente apreciado por el público que lo conoce.»


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