Salvamento Marítimo ha iniciado una compleja operación para extraer el hidrocarburo del buque hundido por un submarino italiano

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Salvamento Marítimo inició ayer las operaciones para extraer el hidrocarburo que permanece en el petrolero Woodford, hundido por un submarino italiano en 1937 durante la guerra civil.

Gracias a las más modernas técnicas de buceo en saturación se podrá eliminar una fuente de contaminación y evitar un importante riesgo ambiental para el Mediterráneo, según informa el Ministerio de Fomento.
El Woodford, construido en 1914 y hundido a 40 millas al noroeste de Castellón, se encuentra a unos 80 metros, una gran profundidad que dificulta de forma importante las operaciones submarinas.
Salvamento Marítimo ha realizado antes operaciones de vigilancia e inspección en la zona del hundimiento. Esto ha permitido constatar que el buque estaba contaminando el lugar con un vertido de hidrocarburo.
Hasta allí se han desplazado equipos de lucha contra la contaminación a bordo del Clara Campoamor. El buque polivalente de 80 metros de eslora ha sido preparado para alojar los equipos de buceo y servir de buque soporte a operaciones como esta. Este buque cuenta con una gran capacidad para luchar contra la contaminación, gracias a sus equipos de recogida de hidrocarburos por medio de brazos flotantes, barreras y "skimmers" (bombas succionadoras de hidrocarburos en la mar).
El plan de contingencias está integrado por un avión, dos helicópteros, dos remolcadores de salvamento, dos salvamares, un guardamar, 600 metros de barreras oceánicas y 500 metros de barreras absorbentes.
Buceadores altamente cualificados trabajarán en la extracción. La campana seca de buceo permite descender a una profundidad de 200 metros, un tiempo máximo de trabajo en el fondo de 16 horas diarias en dos turnos, y, gracias a un módulo de saturación, una permanencia en presurización de los buzos de hasta 28 días. La cámara seca de buceo de Salvamento Marítimo, recién construida, cuenta con todas las certificaciones y procedimientos necesarios para operar con las máximas garantías de seguridad para los buceadores.
Un total de 42 personas, lo que supone el embarque de 28 personas adicionales a la tripulación del Clara Campoamor, entre ellos 10 buceadores altamente cualificados y adiestrados, además de técnicos y personal de apoyo.
Para realizar las labores de inmersión, los buceadores acceden directamente a la campana seca en turnos de 2 personas- desde el complejo de saturación, y a continuación dicha campana se sumerge en el agua. Ambos elementos están interconectados y en ellos se mantienen las mismas condiciones de presión que en la zona de inmersión.
Según la planificación de Salvamento Marítimo, se estima que la duración de la operación sea de entre 4 y 8 semanas, dependiendo especialmente de las condiciones meteorológicas.

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