La búsqueda se centró en la playa de Las Marinicas y en la misma participaron embarcaciones de Protección Civil y un helicóptero de Salvamento Marítimo



Tras aproximadamente cuatro horas de intensa búsqueda, a las seis y media de la tarde de ayer agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil localizaban el cuerpo sin vida del joven almeriense José, buceador en la modalidad de apnea, quien junto con otro amigo también buceador practicaba la pesca submarina en la playa carbonera de 'Las Marinicas' en un punto muy próximo a una piscifactoría y frente a la central térmica de Carboneras.

Juanjo, el compañero de inmersión del fallecido y el que dio la llamada de alerta, manifestaba a Diario de Almería que "no puedo hablar, estoy destrozado, todo ha ido bien hasta que lo he perdido de vista. Estábamos buceando a diez metros de profundidad, José estaba muy preparado era capaz de aguantar tres minutos bajo el agua". Los primeros indicios apuntan a que las fuertes corrientes de la zona pudieran ser la causa del trágico accidente.

Mientras una embarcación de Protección Civil rastreaba un perímetro de al menos diez millas, un helicóptero de Salvamento Marítimo intentaba localizar al buzo sin éxito. En el dispositivo de búsqueda y rescate participaron desde tierra efectivos de la Guardia Civil, Protección Civil y Policía Local de Carboneras.

Familiares del joven fallecido observaban las maniobras del dispositivo de búsqueda: la embarcación de Protección Civil, Salvamar 'Algenib' y el helicóptero 'Helimer 211' de Salvamento Marítimo. A medida que transcurría el tiempo las esperanzas de hallar al joven con vida se desvanecían a la par que cundía el desánimo entre los hombres de la mar conocedores de las fuertes corrientes que arrastran cuanto encuentran a su paso mar adentro. En el accidente de ayer y en tanto no haya una versión oficial de los hechos, parece ser que José fue arrastrado hasta una especie de cueva que le impidió regresar a la superficie. La boya de aviso que emplearon ambos buceadores se hallaba a escasos metros de la escollera de protección y a escasa distancia del vertido de las aguas depuradas previamente a su vertido al mar, junto al canal de descarga de la central térmica. Este punto, donde se lleva a cabo el control medioambiental así como el control del medio receptor de esas aguas, fue el escogido por ambos jóvenes para practicar una jornada de buceo.



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