Espacios naturales de alto valor ecosistémico y diversidad biológica, que por su complejidad e importancia deben ser conservados por los estados, son definidos como Áreas Silvestres Protegidas. En el caso de Chile la ley N°18.362 que regula al Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE) a cargo de CONAF, protege estos espacios naturales, superficie conservada que asciende a 14 millones de hectáreas aproximadamente.
Aunque 14 millones de hectáreas suenan a un gran número, solo equivale al 19% del territorio nacional continental, aquí se encuentran los 35 parques nacionales, 49 reservas nacionales y 16 monumentos naturales. En la sociedad existe bastante conocimiento sobre la existencia de estas figuras o modelos de conservación, pero no pasa mucho por la mente de las personas que algunos parques están en el Chile Marítimo, las denominadas Áreas Marinas Protegidas.
Las Áreas Marinas Protegidas existen en Chile desde 1991 y se dividen en Parques Marinos y Reservas Marinas, éstas son lugares determinados geográficamente de tamaños variables, dependiendo de lo que se quiere proteger, pueden ser costeras u oceánicas. El director de la organización no gubernamental Conservación Marina, Claudio Delgado, dice que estas áreas son básicamente modelos de gestión, donde lo que se espera es contribuir a la conservación de la biodiversidad marina; a los procesos eco-sistémicos y a mejorar de alguna manera los servicios eco-sistémicos, “pero la particularidad que tienen, es que al hablar de área marina protegida, no se puede dejar de lado el factor humano” afirma el biólogo marino.
n este sentido, la conservación de estos espacios no solo tiene como objetivo mejorar la calidad de la biodiversidad o de la salud del ecosistema en sí mismo, sino que también necesariamente debe vincularse y beneficiar a las comunidades cercanas. Delgado agrega que son varias las particularidades que deben tener los lugares para entrar a esta categoría son varias, “hay razones ecológicas; o por ejemplo hay áreas que son importantemente productivas, pero algo muy relevante, es la riqueza en biodiversidad del lugar, ojalá estén cerca de zonas terrestres protegidas el buen estado de zonas terrestres asociadas a la costa, inciden directamente en el buen estado de un sistema costero”, agrega el profesional.
Actualmente, la región de Los Ríos no cuenta con un área de éste tipo, aunque debería según Claudio Delgado. Señala que por el momento se está haciendo una propuesta conjunta con pescadores artesanales que pretende avanzar a una propuesta para un área marina protegida en la costa de Chaihuin.
En este sentido, Claudio Delgado enfatiza la importancia de un área protegida es muy importante para la región, ya su existencia significa varias oportunidades: en el plano científico, también entregan una gran cantidad de beneficios a las comunidades, además son polos de desarrollo turístico. Por otra parte con un buen manejo, las poblaciones de especies tienden a recuperarse y benefician además, a las poblaciones de sectores fuera del sector protegido.
Integrando la protección de áreas terrestres y marinas en Los Ríos

La conservación, protección y desarrollo sustentable en zonas con alto valor ecosistémico como el de la Reserva Costera Valdiviana (RCV) y sus alrededores, es un trabajo que tiene larga data por parte de l ONG norteamericana The Nature Conservancy (TNC). Actualmente su preocupación va más allá de las zonas terrestres y viene a integrar uno de los pilares fundamentales de la economía local de las comunidades del borde costero, las áreas marinas. De esta forma TNC está trabajando en un Plan de Conservación de Área (PCA), el cual es una herramienta de planificación que ha diseñado con el fin de desarrollar estrategias y acciones en espacios donde es importante cuidar la biodiversidad marina de la región.
Según destaca la encargada del proyecto PCA, Dra. Layla Osman, “este plan permite establecer prioridades, una buena planificación territorial, y un buen desarrollo de estrategias, que por supuesto están en directa relación con los habitantes aledaños a esta zona, con los cuales se viene trabajando hace algún tiempo en cuanto a sus necesidades e inquietudes por medio de diversos talleres”.
Este plan -agrega- vendría a integrar el objetivo de mantener la integridad y biodiversidad del ecosistema marino de la Corriente de Humboldt y su capacidad para seguir proporcionando los recursos y servicios que sostienen la vida de las comunidades locales y las economías de Perú y Chile, además de contribuir a la producción de alimentos en todo el mundo.
Cabe destacar que Chile y Perú poseen una alta productividad biológica, concentrada en un 20% pesquerias a nivel mundial Sardinas, Jurel, Anchovetas, Congrio dorado, Merluza, Reineta, Bacalao de profundidad, Pez espada Cholgas, Lapas, Locos, Huepos, Navajuelas, erizos. Además de albergar importantes aves y Mamíferos Marinos: Pingüino de Humboldt y Magallanes; lobos comunes y lobos finos, ballenas Jorobadas, Azules, Francas, y delfines, entre otros.
En el marco de este proyecto actualmente se está trabajando en la planificación para la conservación de la zona marino-costera Chaihuín – Rio Bueno, donde TNC trabaja en conjunto con Conservación Marina,con el fin de proteger bancos naturales de algunas especies marinas como: choro, loco, algas, así mantener la sustentabilidad de estos recursos pesqueros. De esta forma se logra un doble objetivo, uno de protección y otro de sustentabilidad que logra resguardar las riquezas marinas de esta zona, liberándola de la presión de la industria pesquera y conformando la alianza de un paisaje de conservación terrestre- marino que integre la identidad cultural de la zona en las comunidades indígenas y locales que colindan con estas áreas.
Es aquí donde se apuesta por una política de desarrollo regional de pesca y turismo que integre la vocación de la conservación y desarrollo local sustentable en la zona, por medio de este Plan de Administración y Desarrollo Local Sustentable de la zona de Chaihuin y Río Bueno. “Estamos trabajando en el estudio de la zona,para eso integraremos un robot submarino con el cual ha trabajado el investigador y experto en sustentabilidad ambiental, Carlos Molinet, en otras zonas del país, con gran éxito. Así también integraremos los aspectos biológicos de la zona ayudándonos con un estudio más exhaustivo”, destacó Layla Osman.


http://www.elmostrador.cl