Muchos turistas procedentes de Sudáfrica y de todo el mundo vienen a relajarse en las playas de Mozambique, a participar en expediciones de pesca deportiva y a bucear en las cálidas aguas del océano Índico.
Se estima que dos terceras partes de la población de Mozambique viven en la costa, y muchos dependen del océano para ganarse el sustento por medio de la pesca, y con frecuencia las comunidades cercanas a los grandes destinos turísticos no perciben la circulación del dinero generado por el turismo. Así que la participación de los mozambiqueños como buzos profesionales, profesionales del turismo y conservacionistas es crucial para el futuro sostenible de las áreas costeras de Mozambique.
Entonces hacen su aparición los Bitonga Divers [en] (los buzos Bitonga): una ONG impulsada por el primer buzo profesional de Mozambique, el inspirador Carlos Macuacua, establecido en Tofo, un pueblo en la provincia de Inhambane.





Una cita de su sitio web [en]:
En 2006, cuando formamos Bitonga Divers, no había instructores o buzos certificados ”divemasters” mozambiqueños. A partir de entonces, en asociación con Ocean Revolution y centros de buceo propiedad de extranjeros, Bitonga Divers ha entrenado ya a ocho instructores de Mozambique y a 11 buzos “divemasters”.


Los buzos de Bitonga Divers invierten también en aproximarse a las comunidades y muestran la megafauna y paisajes submarinos a las personas que viven cerca de la costa, muchos de los cuales nunca han estado bajo el agua o visto vivos a estos animales. Al principio la respuesta era muy poca, pero después de años de trabajo incansable, los buzos de Bitonga dicen que logran reunir fácilmente a 250 personas para una sesión nocturna. Los líderes comunitarios también participan.
A través de este tipo de aproximación, la gente comienza a relacionar de forma positiva la protección de la vida marina, el turismo y el desarrollo económico.
Alarma por la sobrepesca
Recientemente, los operadores de recorridos turísticos en Tofo y asociaciones comunitarias han lanzado la voz de alarma porque los programas del gobierno que pretenden incrementar la pesca comercial han ocasionado la sobrepesca de rayas, tiburones y delfines en la zona.
Como explica el cronista de viajes Aaron Gekoski en la revista de viajes electrónica Go World Travel [en]:
La mayor amenaza a la que se enfrenta Tofo es, tristemente, una muy conocida. La sobrepesca ha producido efectos dramáticos en estas aguas durante los últimos años. Hace solo cinco años los buzos podían tener el placer de observar cardúmenes de 300 rayas. Ahora tienen suerte si ven 10 a la vez. Muros gigantes e implacables de redes de enmalle a menudo atrapan a las mantarrayas.

Casa Barry, uno de los grandes hoteles de Tofo que se especializan en el buceo, discute sobre conservación e informa sobre el problema de la pesca ilegal en su blog, por ejemplo en esta entrada sobre el el rescate y la liberación exitosa de una tortuga caguama [en].
La acusación más polémica (hecha en un artículo reciente del diario Canal Moz [pt]), es que el Banco Mundial está financiando estos programas gubernamentales, diseñados para ayudar a los pescadores locales a pescar más especies y más grandes.


árcia Horst respondió en el blog Reflectindo Sobre Moçambique [pt]
Esto es increíble… ¿alguien puede creer que el Banco Mundial ha financiado lanchas de motor y redes para los pescadores en zonas turísticas, sin ninguna formación previa ni capacitación sobre cuáles son las especies más importantes en estas playas, de las cuales dependemos para el desarrollo de nuestra industria turística, y hoy, con cada día que pasa, estos pescadores sólo pescan las especies de las que la gente depende… ESTOY ESCANDALIZADA, y me pregunto, ¿dónde estaban los grupos que supuestamente se dedican a la preservación, conservación, o como se llamen, cuando el Banco Mundial hizo entrega de esas lanchas y esas redes?

Independientemente de la supuesta participación del Banco Mundial (que no ha hecho ningún comentario público al respecto), se puede decir con seguridad que son los incentivos económicos los que están provocando este tipo de actividades pesqueras.
La fundación Marine Mega Fauna Foundation, una organización que trabaja con los Bitonga Divers, señala [en]:
Las pesquerías costeras son extremadamente lucrativas en relación con los estándares locales, las aletas de un solo tiburón tienen un valor de alrededor de 3000 mets (aproximadamente US$120).
El documental ”Shiver” [en] (”escalofrío”), filmado el año pasado con Macuacua y la fundación Marine Mega Fauna Foundation, explora en profundo el problema de la pesca de tiburón.
Gran parte de lo que se pesca en Tofo se procesa y exporta desde Maputo a China y los mercados asiáticos. Centro Terra Viva, una ONG ambiental de Mozambique, describe una redada, ocurrida el año pasado, de una casa ocupada por chinos donde se ”procesaban ilegalmente” productos marinos [pt]:
A pesar que el inventario de las cantidades y especies que se encontraron aún no ha terminado, STV publicó algunas imágenes y añadió que se encontraron grandes cantidades de aletas de tiburón, entre las cuales algunas estaban en proceso de secado, holoturoideos (también llamados pepinos o cohombros de mar y localmente megajojos), diversas conchas, hipocampos disecados en arpilleras, tortugas vivas dentro de tanques y conchas de tortugas marinas. Las autoridades creen que estos productos conservados serían exportados a China u otros mercados asiáticos.


El gobierno de Mozambique ha declarado en repetidas ocasiones, a nivel local, nacional e internacional, que combate la pesca ilegal; pero parece ser que sus esfuerzos, y los de conservacionistas dedicados como los Bitonga Divers, no son suficientes para detener el problema.


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