Admirados por sus corales negros, los fondos marinos de María La Gorda atraen a científicos e intrépidos viajeros, quienes arriban a esa punta de Cuba. Según Prensa Latina Rodolfo Peña, gerente de la instalación turística dijo que el Complejo Internacional de Buceo, con unos 90 sitios para la inmersión, permite apreciar la diversidad biológica de la zona, cuevas submarinas y restos de embarcaciones hundidas durante centurias pasadas. Se trata de un paraje prácticamente virgen, amparado por regulaciones y proyectos conservacionistas.
En busca de este patrimonio sumergido llegan con frecuencia a la apartada localidad de Guanahacabibes provenientes de Europa y otros continentes, tanto expertos como amantes de la naturaleza y los deportes de aventura. Proliferan en el paraje diversas especies de algas, esponjas, moluscos, anémonas y peces de pequeña talla, entre otros habitantes del océano.
En la región existe uno de los mayores reservorios de coral negro del Caribe, el cual destaca también por su preservación. Además acompañados de guías, los buzos pueden nadar junto a tiburones y apreciar a tres especies de tortugas marinas mientras desovan en las dunas de la demarcación, de mayo a septiembre.


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