La exploración acuática dejó de ser un deporte extremo, hoy es una actividad popular en todo el mundo


En 1943, en la II Guerra Mundial, el explorador francés Jacques-Yves Cousteau, junto con el ingeniero francés Émile Gagnan, inventó un aparato para sumergirse bajo el agua: la escafandra autónoma, dispositivo que permite el buceo sin dependencia de suministro de aire desde la superficie y que une dos inventos anteriores: el regulador, una válvula que se abría cada vez que el buzo inhalaba, y la botella de aire comprimido.
El dispositivo denomina
do Aqualung, o pulmón de agua, facilitó enormemente la exploración acuática. Hasta hace poco el buceo recreativo se practicaba solo en las esferas militar o industrial. Hoy está experimentando un bum. Existen miles de centros de buceo por todo el mundo. Esta actividad ya no es un deporte extremo sino una actividad recreativa familiar.
El mundo del mar es una de las partes más interesantes de nuestro planeta. El ser humano siempre se ha sentido atraído por los misterios de las aguas profundas. Barcos hundidos, cuevas, paisajes nocturnos, encuentros con delfines y tiburones, rodaje submarino son algunas de las posibilidades que nos ofrece el buceo.
Arranca la aventura
“Para empezar a bucear no son necesarias ningunas características especiales. Solo tienes que saber nadar y estar tranquilo en el agua. Pero hay que tener en cuenta que el buceo, como toda actividad de aventura, tiene sus riesgos”, advierte Arturo Ruiz López, instructor de buceo de la escuela Oceanía de Madrid, España. “Para poder practicarlo con seguridad es imprescindible adquirir los conocimientos básicos y obtener una certificación. Es lo mismo que sacar el carné de conducir”.
Actualmente hay muchas escuelas que ofrecen cursos para aprender las reglas básicas de seguridad bajo el agua. Su precio es de unos 450 dólares. Para no preocuparse
por la validez del certificado en el extranjero, es recomendable optar por sistemas mundialmente difundidos como el de PADI (Asociación Profesional de Instructores de Buceo), la escuela de formación y evaluación más rígida y centralizada que existe. Su sede se encuentra en Estados Unidos y desde allí controla los centros locales por todo el mundo.
Esa es la actitud
Como cualquier pasatiempo activo, el buceo ayuda a mantenerse en buena condición física, pero los beneficios más grandes que tiene para la salud son a nivel psicológico. “Siendo una actividad en el entorno natural que requiere la tranquilidad y la paz, el buceo ayuda a relajarse y a estar de buen humor”, explica la doctora Bárbara Molina Gil.
Practicar buceo es sentirse parte del club especial que tiene su propio lenguaje y sitios de reuniones. Los buceadores comparten la admiración y respeto hacia el mundo submarino. Algunos creen que el buceo es una determinada forma de pensar y vivir, una filosofía de vida que une a la gente de diferentes países y edades.


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