Cuando los viajes submarinos parecen convertirse en el hobby más exclusivo del mundo para multimillonarios, otro grupo de pactica buceo

Cuando los viajes submarinos parecen convertirse en el hobby más exclusivo del mundo para multimillonarios (hace apenas un par de semanas el director de cine James Cameron batió récord de inmersión en las Fosas de las Marianas, la zona más profunda conocida en la corteza terrestre); otro grupo de simples mortales se conforman con practicar un deporte mucho más económico: el buceo. A continuación se reproduce una lista con destinos altamente recomendables para aventurarse en un viaje a las profundidades.

Gran agujero azul (Belice)
Es un agujero perfecto, de más de 300 metros de diámetro y 120 de profundidad que se formó por el derrumbe de una cueva y se hizo famoso por Jacques Cousteau, quien lo calificó como uno de los mejores sitios del mundo para bucear.

Wakatobi (Indonesia)
En su amplia biodiversidad viven fascinantes especies como el caballito de mar pigmeo. Además, en esta zona se puede disfrutar de cocina gourmet, playas para surfear, resorts de lujo y programas de ecoturismo.

Gran Barrera de Coral (Australia)
Es el mayor arrecife de coral del mundo y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El arrecife es tan grande que es perfectamente visible desde la Luna (se extiende a lo largo de 2.300 kilómetros).

Dominica (Mar Caribe)
Los arrecifes vírgenes que rodean la isla son famosos por su variedad de criaturas: caballitos de mar, pez sapo, pez murciélago y camarones. Es también un destino muy apreciado por los turistas interesados en la observación de ballenas, ya que un grupo de cachalotes vive en esta zona durante todo el año.

Lago Baikal (Rusia)
También conocido como "el ojo azul de Siberia”, el mayor de los lagos de agua dulce de Asia es también el más profundo del mundo (se dice que si se desbordara, sus aguas podrían cubrir la tierra firme del planeta con una capa de 20 centímetros). Alberga 848 especies que no existen en ningún otro lago, y sus aguas son tan transparentes que permiten ver con nitidez hasta 50 metros de profundidad.

Islas Fiyi (OceanÍa)
Formadas por un grupo de 330 islas, donde hay cerca de 400 especies de corales, nueve de mangle, 1.200 de peces y cinco de tortugas. Bucear en sus tibias aguas, entre restos de naufragios y cuevas sumergidas, es un verdadero placer.

Islas Galápagos (Océano Pacífico)
Situadas en el Ecuador, aquí convergen las frías aguas de la Antártida y las cálidas de los trópicos. Segunda reserva marina más grande del mundo, las islas Galápagos son el escenario donde conviven infinidad de especies únicas en la región: tortugas, arrecifes de coral, leones marinos, anguilas, iguanas, ballenas, tiburones, peces martillo y morenas. También permiten el buceo nocturno, para ver especies que sólo salen de noche.

Fernando de Noronha (Brasil)
La “Esmeralda del Atlántico” es un aislado grupo de islas volcánicas (también reserva marina) con playas vírgenes, formaciones rocosas, un exótico océano verde y una rica fauna acuática. Bucear allí ofrece una variedad única de placeres: barcos hundidos, cuevas, rocas volcánicas y formaciones de corales, delfines, tortugas y 14 especies de tiburones.

Papúa Nueva Guinea
Las maravillas que te esperan en este lugar remoto justificará el viaje. Sus arrecifes se encuentran dentro del Cinturón (o anillo) de Fuego y se dice que tienen la mayor cantidad de especies marinas del mundo. Aquí encontrarás desde enormes criaturas (como la orca) hasta moluscos nudibranquios y caballitos de mar pigmeos.

Mar Rojo (Egipto)
Entre frica y Asia, el Mar Rojo es famoso por su diversidad de especies de peces (más de 1.000) y más de 200 de corales, la mayoría exclusivos de este lugar. La fotografía submarina tiene aquí un paraíso por descubrir, sus aguas cristalinas y su visibilidad permiten captar fácilmente las innumerables especies que lo habitan, según informó La Capital.

En primera persona (Norberto Puntonet)
El buceo es una actividad que la puede realizar cualquier persona, no hay que ser un experto para sumergirse bajo el agua. Pero antes de emprender un viaje hacia algún destino que ofrezca la posibilidad de bucear es conveniente hacer un bautismo de buceo en piscina para tener una idea de qué se trata y no tener que quedarse a bordo de una embarcación mientras los demás disfrutan de un momento inolvidable. En Rosario hay varias escuelas de buceo que en pocas horas enseñan lo básico para animarse a sumergirse. Para bucear no es necesario saber nadar, sólo hay que aprender la técnica de respiración, y maniobras de seguridad. Hay que tener en cuenta que nunca hay que sumergirse solo sino acompañado por un instructor, quien en pocos minutos puede enseñarnos la técnica para inflar y desinflar el chaleco que porta el tubo de aire, a compensar cuando se tapan los oídos, a vaciar de agua la máscara, las señas y otros secretos. Debajo del agua se puede toser y hasta vomitar, pero bajo ningún motivo hay que sacarse el regulador de la boca (lo digo por experiencia). El buceo lleva a uno a un mundo donde hay nuevos colores, formas y texturas. Además, permite explorar el mundo subacuático y conectarse con la naturaleza experimentando una sensación de libertad que transforma la percepción de la vida para siempre.


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