La reciente visita de delfines a la bahía ha sido aprovechada por Eguzki para reivindicar la reserva marina de Ulia-Jaizkibel y rechazar la construcción del puerto exterior. «El estado de conservación de nuestros cetáceos está amenazado por la contaminación y vertidos químicos tierra-mar desde los estuarios de Urumea, Pasaia y Txingudi, y por la presión de la pesca intensiva y con escaso control, siendo aún así la mayor amenaza la propuesta de un puerto industrial y petrolero en el medio marino de Jaizkibel», señala.

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