La Armada, la Cruz Roja y el oceanográfico de Valencia lideran el proyecto

Leones marinos adiestrados para búsqueda de náufragos o cadáveres hubieran sido de gran ayuda en casos como la reciente tragedia que costó la vida al estudiante eslovaco y a tres policías que intentaron rescatarlo en Riazor. Así lo creen en el Oceanogràfic de Valencia, donde pretenden desarrollar un programa de entrenamiento de sus animales conjuntamente con la Armada española y la Cruz Roja. Según Daniel García, responsable veterinario del Oceanogràfic, además de ser animales de gran fuerza, capaces de alcanzar grandes profundidades y velocidad (hasta 40 km/h) aun en condiciones de temporal, los leones marinos son muy sociables y fáciles de mantener o transportar. Hasta los «ladridos» con los que se comunican son parecidos a los de los perros.
«La marina de EE.UU. ya los emplea en labores de vigilancia y recuperación de material militar sumergido, pero creo que además es una especie ideal para el rescate de cadáveres, una labor que hasta ahora puede comprometer muchos medios aéreos, embarcaciones y buceadores que se están jugando la vida», explica.
Al contrario que los delfines, orcas y ballenas beluga que también entrena la US Navy (en su base de San Diego) para operaciones de localización de minas y otros objetos bajo el agua, el león marino es fácilmente manejable, pudiendo transportarse en seco en un vehículo o con un helicóptero allí donde se necesite. Además, desarrollan un gran vínculo con sus entrenadores, sin asustarse del ruido de motores y demás. Las primeras experiencias estadounidenses datan de finales de los años cincuenta, llegando a emplear incluso Zalophus californianus en operaciones militares especiales junto a los comandos y para proteger barcos.
Sin embargo, prepararlos y escoger los de características idóneas requiere dedicación y tiempo de trabajo con simulacros habituales en aguas abiertas para que el animal colabore voluntariamente. También se necesitarían unas instalaciones y personal específico para ello. «Lo lógico sería un solo grupo de leones marinos que prestaran servicio a nivel nacional. En tres horas un helicóptero podría desplazarlos desde la base de Cartagena a Galicia», dice García, quien considera inviable establecer distintos grupos, en casi todas las costas que haya instalaciones o acuarios con focas y leones marinos (Aquarium Finisterrae, minizoo de la Magdalena en Santander...)
Está totalmente seguro de que estos animales serían muy útiles como asistentes de buceo, al poder sumergirse cuantas veces sean necesarias (la temperatura no es impedimento y no necesitan descompresiones), así como a la hora de buscar víctimas incluso en aguas muy turbias. Pueden aproximar salvavidas, cabos al litoral y a otras embarcaciones, y acercar al socorrista al lugar del siniestro. Al contrario de otras especies, los leones marinos se desenvuelven perfectamente en zonas de orilla o acantilados, con mala mar. Bajo el agua poseen una vista, olfato y oído muy agudos.
Este experto reconoce que el proyecto tiene un mínimo riesgo, dado que había que evaluar las capacidades que alcancen los leones marinos, y que la situación económica para este tipo de apuestas no es la mejor. Sin embargo, el Oceanogràfic de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia ya dispone de un grupo de animales elegidos y muy dóciles. Todos los años nacen cachorros en cautividad. «A cambio de cinco kilos de pescado al día», estos animales pueden prestar un gran servicio, más allá de divertir al público en acuarios y espectáculos circenses.
Jorge Barciela, veterinario del Aquarium Finisterrae-Casa de los Peces, considera muy interesante el proyecto. También trabajó en el Oceanogràfic y asegura que «el nivel de adiestramiento de los leones marinos es allí muy alto». En su opinión, es más sencillo que con las tímidas focas. «Los leones marinos son muy listos, la interacción con las personas es muy buena y son fáciles de desplazar».


http://www.lavozdegalicia.es