Un grupo de expertos advierte del peligro de esta especie invasora

El calentamiento de los océanos, como consecuencia del cambio climático, está provocando profundas modificaciones en las comunidades y en la funcionalidad de los ecosistemas marinos. Reflejo de ello son los cambios en la distribución y abundancia de las algas. Estos organismos son especialmente sensibles y responden rápidamente a la alteración de las condiciones oceanográficas. El incremento de la temperatura emerge como una ventana a la invasión de especies foráneas, al estimular el crecimiento de determinadas especies de algas, e inducir a la ruptura de las barreras biogeográficas y los cambios en la circulación de los océanos.

Según un estudio recientemente publicado en la revista Marine Environmental Research y del cual son autores Carlos Sangil, Marta Sansón, Julio Afonso, Rogelio Herrera, Adriana Rodríguez, Laura Martín y Tania Díaz, técnicos e investigadores de la Reserva de La Biosfera La Palma, de la Universidad de La Laguna y del Servicio de Biodiversidad del Gobierno de Canarias, estos cambios son ya detectables en las comunidades marinas de las Islas Canarias, Según afirman estos expertos, en las islas se ha producido una explosión demográfica de algunas especies de algas efímeras que han modificado la estructura original de diversas comunidades bentónicas características de los fondos someros.

El caso más espectacular según determinan estos autores, ha sido la expansión del alga Pseudotetraspora marina. Esta primitiva alga verde, que era poco común a comienzos de la década pasada y pasó inadvertida durante algunos años, es hoy por hoy una de las especies más abundantes en las comunidades marinas de las islas. Esta especie sólo se conocía previamente de las costas del Mar Caribe donde es un elemento poco abundante en sus comunidades. Sin embargo, en Canarias se comporta como una especie invasora gracias a su elevada capacidad de propagación y de colonización de nuevos sustratos.

Los autores de este trabajo también señalan que los cambios en las comunidades no han sucedido por igual a lo largo del archipiélago, sino que han sido mayores en las islas occidentales (El Hierro y La Palma) y prácticamente indetectables en las orientales (Lanzarote y Fuerteventura). Las aguas superficiales más cálidas existentes en el extremo occidental del archipiélago favorecen la llegada y el crecimiento de mayor número de especies con afinidades tropicales.

Por otro lado, el impacto de estas algas efímeras varía a lo largo del año, siendo especialmente evidente a finales de verano y principios de otoño, coincidiendo con la temperatura más elevada de las aguas.

Los autores de este estudio concluyen que el incremento de la temperatura de los océanos, junto con la expansión de las especies foráneas, constituyen una de las mayores amenazas de la biodiversidad marina. Estas especies originarán nuevas interacciones con las especies nativas que provocarán profundos cambios en la organización y funcionalidad de los ecosistemas.